Elena Rivo: «Tenemos que dar visibilidad a la universidad en toda la provincia»

Fina Ulloa
fina ulloa OURENSE / LA VOZ

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Elena Rivo gestionará el vicerrectorado del campus ourensano durante cuatro años
Elena Rivo gestionará el vicerrectorado del campus ourensano durante cuatro años MIGUEL VILLAR

La vicerrectora del campus de Ourense quiere mejorar la implicación del centro académico con la sociedad

12 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Elena Rivo López (Ourense, 1971), acaba de estrenar el que será su primer curso como vicerrectora del campus de Ourense y sobre sus hombros recaerá la responsabilidad de dirigir durante este cuatrienio que ahora arranca una pequeña ciudad en sí misma. De hecho hay muchos municipios ourensanos con menos población. Casi cinco mil alumnos (4.800), a los que se suma una plantilla con 342 personas dedicadas a la docencia y la investigación y otros 117 profesionales de administración, están bajo su batuta.

—¿Cuál es la faceta que más le preocupa?

—Ahora mismo que se implanten con éxito los nuevos grados y másteres que iniciamos este curso y que podamos desarrollar el concurso de ideas cuanto antes para construir el nuevo edificio para la Escuela de Ingeniería Aeronáutica y del Espacio y que podamos acreditarnos antes de final de año con el Campus da Auga, que será muy importante para la investigación de todo el campus.

—Hablando de títulos, ¿confía en que finalmente pueda ponerse en marcha el máster en aeroespacial el próximo curso?

—Seguro. No habrá ningún problema. Es cierto que ese máster ha tenido muchos retrasos y reveses. En principio íbamos de la mano con la Universidad de A Coruña, pero finalmente rompieron el pacto y eso obligó a reiniciar el proceso presentando una solicitud única para la Universidad de Vigo. La buena noticia es que lo tendremos en exclusiva. Si no arrancó este año fue precisamente porque tras esa decisión de A Coruña de romper el acuerdo se dilató el proceso burocrático y no llegamos a tiempo para concluir todos los trámites. Ese fue el único motivo por el que no se pudo iniciar este año, en el que sí estrenamos otros dos másteres: el Inteligencia Artificial y el de Desafío de las grandes ciudades, en el que participan las tres universidades gallegas y dos portuguesas, además de los grados de Inteligencia Artificial y Relaciones Internacionales.

—¿Diría que el campus está en un buen momento de salud?

—Este es el único campus de todo el sistema universitario de Galicia que ha crecido todos los años. De eso podemos presumir. Eso no nos resta preocupación sobre lo que está pasando con algunas titulaciones que, por circunstancias que espero que sean coyunturales, están pasando por un mal momento con mermas en la matrícula. Vamos a esforzarnos por fortalecerlas y revertir esa situación para que sigan el ejemplo de lo que en su momento pasó con Historia, que parecía que iba a cerrar y ahora goza de buena salud.

—¿Cree que la sociedad ourensana conoce todo lo que hay y ofrece esta área universitaria?

—Creo que tenemos que esforzarnos para llegar y dar visibilidad a la universidad en toda la provincia. No todo es Ourense. Hay comarcas con grandes villas como Verín, Xinzo y O Barco, por ejemplo, en las que debemos visibilizar más nuestras actividades. Por ejemplo, una de las cosas de las que se ha hablado es la posibilidad de ampliar el programa de mayores y abrirlo a la provincia, al igual que las actividades de extensión universitaria. Hay gente que nos conoce muy bien, pero aún tenemos que mejorar nuestra comunicación para que ese conocimiento se amplíe.

—¿Echan de menos más respaldo social?

—Creo que ese respaldo existe. De hecho quiero agradecer el apoyo hacia este campus ourensano de la Universidad de Vigo tanto desde las instituciones como desde las empresas ourensanas. Las cosas se han estado haciendo bien, pero todo es mejorable en la vida y creo que aún podemos avanzar en esa interconexión tanto con entidades públicas como privadas. Tenemos que fomentar todo tipo de actividades de investigación, transferencia y colaboración con el mundo exterior para realmente ser útiles a la sociedad, incluyendo iniciativas de voluntariado o deportivas. Somos una empresa pública que también genera riqueza porque toda esa gente desarrolla su vida y consume en Ourense. En ese sentido también es importante para la provincia que el campus tenga buena salud.

No puedo con la traición. En la vida hay que tener ética y valores»

Hija de empresario, Elena Rivo López conoció lo que supone ser emprendedor y pelear por sacar un negocio adelante desde niña. Asegura que cuando decidió estudiar Económicas y Empresariales era porque quería dedicarse a ese mundo. Pero la docencia, a la que llegó sin haberlo programado, también la conquistó, así que cuando se le pregunta si le gustaría dedicarse a algo distinto a lo que hoy hace, lo tiene claro: «Soy afortunada, porque trabajo en algo que combina los dos mundos que me gustan».

Madre de dos hijos, uno de 13 años y otra de 16, asegura que no hay ningún plan mejor para disfrutar de su tiempo libre que compartiéndolo con los suyos. Salvo, quizá, salir a andar. «Me encanta, sobre todo en invierno. Siempre que puedo salgo. Es algo que me relaja muchísimo», cuenta. La mayoría de las veces ese paseo es con la única compañía de la música. Esa es otra de sus pasiones. Estudió siete años en el conservatorio y tocar el piano es otra de las cosas que más le relajan, aunque cuando sale a caminar en sus auriculares no suenan únicamente los compositores clásicos. «Me encanta la música de los ochenta y los noventa», confiesa.

Elena Rivo inició su trayectoria laboral en el ámbito privado. Fue una experiencia de dos años en una entidad financiera de la que, como en toda su trayectoria profesional y vital, supo sacar nuevos aprendizajes. También pasó por la política, donde probó el campo de la gestión pública desde su faceta como concejala del PP en el Concello de Ourense. Un mundo al que, dice, hoy por hoy no le apetece volver. «Estoy encantada en la universidad y lo que me gusta de la gestión pública lo satisfago plenamente aquí. De momento no me planteo para nada ese regreso. Estoy encantada en la gestión universitaria», dice.

Asegura que su filosofía de vida se guía siempre por un principio básico: «Lo más importante es ser buena persona. No puedo con la traición. Para mí los principios son algo esencial. Creo que en la vida hay que tener ética y valores. No se puede llegar a lo más alto a costa de todo», opina.

Una filosofía que intenta trasladar a los jóvenes que pasan por su aula. «Yo siempre les digo a mis alumnos que la aptitud se puede aprender, pero que la actitud ante la vida es lo más importante. Para mí el respeto hacia los demás es esencial; lo más importante», asegura Elena Rivo.

 

«La universidad es una empresa. Mide su rentabilidad en el servicio que da a la sociedad»

Para Elena Rivo la gestión en el ámbito universitario no es una novedad. Fue decana de la Facultad de Ciencias Empresariales y Turismo entre el 2013 y el 2019. Cinco meses después de dejar ese cargo el rector de la Universidad de Vigo la nombró comisionada de Coordinación Institucional, responsabilidad que mantuvo hasta este año, cuando Manuel Reigosa la incorporó a su equipo como máxima responsable en el campus ourensano. Rivo ha ido compaginando la gestión con el trabajo docente e investigador. Ha coordinado el máster en creación y dirección e innovación en la empresa y es codirectora de la Cátedra de Empresa Familiar y forma parte del grupo de investigación GEN. Confiesa que se siente igualmente atraída por ambas facetas: «Me encantan la docencia y la investigación, pero también me gusta la faceta de la gestión pública y tengo que reconocer que disfruto colaborando en esta parte del ámbito universitario».

La materia en la que es experta y la asignatura que imparte a sus alumnos —Teoría de la Organización, que profundiza en la gestión del gobierno corporativo y las estructuras organizativas de las empresas— quizá la ha ayudado a afrontar también esa responsabilidad gestora con una visión diferente. «La universidad es en sí misma una empresa. Pero la rentabilidad, en este caso, se mide en el servicio que da a la sociedad. Tanto formando lo mejor posible a los alumnos que serán futuros profesionales, como investigando y haciendo actividades de transferencia de ese conocimiento que redunden en el beneficio del entorno. Somos, eso sí, una empresa pública, con los controles a los que eso obliga, y el retorno que se busca no es el económico sino social. Nuestro cliente es el alumno y la comunidad», resume la vicerrectora.

¿Quién soy?

«Me considero una persona optimista. Soy de las que veo siempre la botella medio llena. Creo que entre mis mejores cualidades están la constancia y la capacidad de trabajo. No me gusta pelear batallas que veo perdidas, pero si hay alguna posibilidad de que algo salga adelante, lucho hasta el final. Desde pequeña me inculcaron el valor del esfuerzo y el respeto por los demás».