El presidente del Monterrei y el abogado que le trajo jugadores no traficaron con extranjeros

m. r. OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

El presidente del Monterrey, Feliciano R., y el abogado Alberto G. Atanes, que se representó a sí mismo, fueron juzgados en junio y la sentencia se ha conocido este miércoles.
El presidente del Monterrey, Feliciano R., y el abogado Alberto G. Atanes, que se representó a sí mismo, fueron juzgados en junio y la sentencia se ha conocido este miércoles. Teresa Cela

Absuelven al directivo del club y al letrado que representaba futbolistas del delito de favorecer la inmigración clandestina

08 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El presidente del Monterrey CF, Feliciano Romero, y el abogado Alberto G. Atanes, resultaron absueltos de la acusación de favorecer la inmigración clandestina. No quedó probado que ambos ayudasen, con ánimo de lucro, a permanecer en España a un jugador extranjero vulnerando la legislación. Fueron juzgados tras la denuncia presentada por un exfutbolista mexicano que llegó a España como turista y acabó residiendo en Verín, en una casa del abogado, y jugando en el club del presidente.

El juicio se celebró en junio de este año en el Juzgado de lo Penal 2 de Ourense, aunque la denuncia se remonta al 2018. El jugador había llegado a España en el verano del 2017, atraído por la oportunidad que le ofreció, con falsas promesas, un ex portero del Burgos FC metido a representante de futbolistas. Al llegar al club castellano, se encontró que no había tal oferta y que la entidad deportiva desestimaba incorporarlo como jugador, al carecer el recién llegado de documentación para poder trabajar regularmente en el país.

Entonces entraron en escena los dos acusados. El hecho de que actuaran cuando el jugador se encontraba ya en España, y no antes de que viajase, fue clave para su absolución. Primero, el abogado verinense con despacho en Madrid que tenía experiencia como gestor de clubes pues había sido presidente del desaparecido CD Ourense. Ofreció al jugador mexicano que se trasladase a Verín, diciéndole que podría jugar en el Monterrei, de Primera Autonómica. Según la sentencia, «le impuso la aceptación de un contrato de representación y cesión de derechos económicos y de imagen durante un período de cinco años». Se firmó, pero el acusado no recibió compensación económica.

La jueza afirma que no le caben dudas de que «al denunciante se le engañó con una propuesta para jugar en España, por la que percibiría manutención, alojamiento y salario, pues nadie deja su familia, su país y sus ocupaciones, teniendo incluso que reunir el dinero necesario para hacer el viaje, si no es porque, efectivamente, contara con una propuesta seria». Sin embargo, la magistrada entiende que no se puede hacer responsables de la situación a los dos acusados juzgados en Ourense. Pudiera serlo el representante que le animó a venir, solo que este no ha sido juzgado todavía por encontrarse en rebeldía.

La sentencia desmonta la acusación de pertenencia a organización criminal que sostenía la acusación particular. Como puntualizó el abogado de Feliciano R., en los escritos de acusación solo se imputa un delito y no varios como requiere ese tipo penal, y tampoco quedó acreditado que los tres investigados se hubieran puesto de acuerdo para traer al mexicano. En cuanto a la acusación de favorecer el tráfico ilegal y la inmigración clandestina, las partes acusadoras no concretaron hechos probados que implicaran esa ayuda a permanecer en España. La jueza no duda de que el abogado tenía ánimo de lucro, pero no haciendo que el extranjero se quedase aquí, sino a través de comisiones por los posibles traspasos del jugador.