Joyero de piezas preciosas en el centro de Ourense

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

OURENSE CIUDAD

El joyero ourensano David Franqueira
El joyero ourensano David Franqueira Santi M. Amil

David Franqueira lleva más de treinta años dedicándose a la artesanía en joyería

31 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El ourensano David Franqueira lleva treinta años dedicándose a la joyería. No solo vende joyas, también las repara, las recupera y las crea desde cero. Todo lo hace desde su taller, que es también tienda, situado en las Galerías Proyflem de Ourense. Su aventura comenzó cuando tenía veinte años. «Mi padre es relojero y yo de pequeño le llevaba las cosas a un taller de joyería. Me llamaba muchísimo la atención todo lo que veía ahí, porque a mí siempre me gustó dibujar y diseñar. Ya de adolescente me lancé a preguntar si necesitaban una mano y me cogieron», recuerda David, que dice que para el oficio que escogió, empezó tarde. Aunque eso no le impidió aprender rápido e ir mejorando. Al principio soldaba cadenas y hacía encargos pequeños. «Allí eché unos nueve años y luego me fui a la escuela Mestre Mateo de Santiago y estudié sobre joyería y gemología», explica. En el 2004 entró en el negocio de su padre, donde ahora está el suyo propio. «Mientras él se encargaba de los relojes, yo reparaba joyas y, poco a poco, me lancé a hacer alguna pieza de forma artesanal», confiesa. Entre los encargos que le hacen, los que más se repiten están los collares y las pulseras de nombres, completamente personalizadas. Pero David se atreve con todo. Ha hecho llaveros con forma de motos Vespa o del Mini clásico en plata al 100 %. También se ha atrevido con alianzas y hasta con piezas más meticulosas y llenas de detalles como un niño Jesús en su cuna. Pero es que en estas tres décadas este ourensano hasta ha dado clases de joyería en el Inem. «La reparación da mucha agilidad a la hora de hacer las cosas. Esta profesión alimenta mucho la creatividad y la verdad es que yo me atrevo con todo», admite. Dice que actualmente se lleva adornar las joyas con piedras naturales y que le piden mucho piezas cuyo significado da suerte. «Pasa mucho en épocas de crisis. Me piden elefantes con la trompa para arriba, cadenas de siete nudos...», termina.