El bus en Ourense, sin rebajas y, por ahora, sin nuevos vehículos ni líneas

Miguel Ascón Belver
Miguel Ascón OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Con la rebaja a la que renuncia Ourense, la tarifa ordinaria pasaría de 0,85 a 0,60 euros.
Con la rebaja a la que renuncia Ourense, la tarifa ordinaria pasaría de 0,85 a 0,60 euros. ALEJANDRO CAMBA

Mantener los precios es el último episodio en la polémica gestión de un servicio clave

21 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Con el contrato caducado desde el año 2015, la principal novedad en los últimos tiempos en el transporte urbano de Ourense fue el estreno de una nueva página web. Sin que por ahora se hayan fijado plazos para licitar de nuevo la gestión del servicio, el gobierno municipal liderado por Gonzalo Pérez Jácome ha anunciado diversas mejoras en los últimos meses. Sin embargo, por ahora ni se han renovado las líneas para adecuarlas a la realidad actual ni se han recibido los nuevos buses prometidos. Además, el alcalde ha decidido que Ourense no se acogerá a la ayuda que permitiría reducir el coste del billete.

Tarifas

Renuncia a la ayuda estatal para una rebaja del 30 %. Para hacer frente a la crisis económica actual, una de las medidas que puso en marcha el Gobierno es ofrecer a los ayuntamientos ayuda económica para bonificar el transporte urbano. Gracias a ello, 178 ciudades de toda España rebajarán el billete del bus en al menos un 30 %. En Ourense, eso permitiría reducir la tarifa ordinaria actual de 0,85 a 0,60 euros. Sin embargo, pese a anunciar inicialmente que sí la pediría, el alcalde ha decidido renunciar a esa subvención. Según dice, el billete en la capital ourensana ya es uno de los más baratos de toda España y, además, diversos colectivos pueden hacer uso del servicio de forma gratuita. Pese a que la oposición lo cuestiona —incluso sus antiguos socios del PP— Jácome argumenta también que esa rebaja exigiría una modificación de la ordenanza que no podría aprobarse hasta diciembre por lo que los nuevos precios solo podrían funcionar durante un mes ya que en enero se termina la ayuda estatal.

Líneas

¿Reorganización a finales de verano? El alcalde de Ourense anunció recientemente que «a finais de verán» se aplicarán cambios en el transporte urbano para mejorar servicios y frecuencias. El proyecto «reordenará, reestruturará e sincronizará as liñas de autobuses para ofrecerlle un servizo premium á cidadanía», decía entonces el regidor, que avanzaba que se fusionarán varias líneas para evitar redundancias. «Como din os americanos, en ocasións menos é máis», decía Jácome. Esos cambios no se han aplicado por ahora, aunque el gobierno municipal tiene de margen hasta «finais de verán» para cumplir su promesa.

Flota

A la espera de 40 nuevos vehículos. Uno de los proyectos estrella del gobierno liderado por Gonzalo Pérez Jácome es la renovación de la flota del transporte urbano. El alcalde decidió afrontar la compra de cuarenta vehículos sin esperar a la licitación del servicio y, tras superar diversas dificultades burocráticas, el proceso está muy avanzado. Ya se ha formalizado el contrato para el suministro de dos lotes (uno de quince autobuses y otro de quince minibuses, todos ellos diésel) y las empresas adjudicatarias disponen de un plazo de 270 días para entregarlos. El lote restante —de diez buses eléctricos— tiene ya también una propuesta de adjudicación. En su caso, son 365 días de plazo. Cabe recordar que en su momento el alcalde aseguró que la renovación de la flota estará lista para antes de terminar el año.

Conflictividad laboral

Una huelga reciente. El pasado mes de mayo, tras meses de negociaciones infructuosas para la renovación del convenio colectivo, los trabajadores del servicio del transporte iniciaron una huelga que duró nueve días. El conflicto se solucionó con un incremento salarial y otras mejoras, pero ello no ha evitado que la plantilla olvide otras reivindicaciones. Les preocupa especialmente la obsolescencia de la flota, que este verano causó, por ejemplo, que el aire acondicionado se averiase en varios vehículos, provocando que el chófer y los usuarios sufriesen altas temperaturas en su interior.