Según los cálculos de Medio Rural ambos fuegos forestales suman algo más de doscientas hectáreas quemadas
01 ago 2022 . Actualizado a las 17:48 h.El trabajo de los equipos de extinción de incendios está logrando mantener bajo control los dos fuegos forestales con frentes abiertos en la provincia ourensana. El que está requiriendo de mayor despliegue de medios humanos y técnicos es el de Castrelo de Miño. Hasta 83 brigadas, 54 motobombas, cuatro palas, 42 agentes, dos técnicos, ocho aviones y once helicópteros se implicaron desde el sábado en la estabilización de este fuego forestal que ha quemado doscientas hectáreas, entre ellas, viñas que han quedado arrasadas en esta importante zona vitivinícola de la comarca de O Ribeiro. Oficialmente, se mantiene controlado desde el domingo.
El segundo foco, declarado el domingo a las 19.30 horas en la parroquia de Moreiras, en el municipio de Boborás, apenas alcanzó las dos hectáreas de monte raso (1,65, según las estimaciones de Medio Rural) y se dio oficialmente por controlado tres horas más tarde, tras la intervención de seis agentes, ocho brigadas y cinco motobombas, además de ocho aviones y cinco helicópteros que apoyaron desde el aire el trabajo de los efectivos sobre el terreno.
Con todo, las nuevas alertas por altas temperaturas que se esperan en los próximos días generan inquietud entre los vecinos de la provincia que en las últimas semanas han sufrido algunos de los fuegos forestales más devastadores de su historia. No solo por la superficie quemada, sino también por el destrozo causado en varias localidades donde los incendios se llevaron por delante las viviendas de muchos vecinos, como fue el caso de varios núcleos en los municipios de Carballeda de Valdeorras, O Barco o Rubiá; además de por la afectación de zonas de especial riqueza faunística y forestal en parques naturales.