En este restaurante de Ourense se beben aguas del mundo

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

OURENSE CIUDAD

Carlos, sirviendo el agua de color negro BLK.
Carlos, sirviendo el agua de color negro BLK. PABLO ARAUJO

O Lar do Leitón cuenta con una carta en la que se incluyen más de 150 referencias de aguas minerales

26 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Carlos Crespo es el propietario de O Lar do Leitón, un restaurante situado en As Eiroás, en Ourense. Se trata de un mesón peculiar por varios motivos. El primero es que está situado en el bajo de lo que es la casa familiar. «Mis padres construyeron esto ya pensando en que aquí se abriese un local», dice. Él y su hermano se pusieron al frente hace quince años. Lo que proponen es comida tradicional especializada en asados en horno de leña. Entre sus recomendaciones están el cochinillo, el cordero, el bacalao a la portuguesa... pero también preparan carnes rojas de vacuno mayor. «Digamos que nos dedicamos a una cocina que se está olvidando, esa que heredamos de nuestros padres y abuelos. Apostamos por la comida de siempre», afirma Carlos. Todos esos platos maridan a las mil maravillas con vinos gallegos, pero es que en O Lar do Leitón proponen además de eso —y esta es su gran peculiaridad— combinarlos con aguas de distintos lugares del mundo.

En este local ourensano tienen una carta que roza las 150 referencias. «Apostamos por diferenciarnos a través de nuestra propuesta de aguas y llevamos todos estos años trabajando para ampliarla cada vez más. Solo trabajamos con minerales, ninguna es filtrada», confiesa. Tienen una variedad tan grande que es posible escoger el agua en base a distintos criterios. Por su procedencia: cuentan con botellas recién llegadas de Alemania, de Francia, de los fiordos noruegos... pero también de lugares más recónditos como Irán o la isla de Kobe. Por su precio: oscilan entre los cuatro y los 17.500 euros. «Todo depende de la dificultad para conseguir ese agua y también de la decoración que lleve la propia botella», admite Carlos. En este momento, hay varias piezas de coleccionista a la venta en su restaurante. Ejemplo de ello es una de la marca Bling, cuyo recipiente está rodeado de 10.000 cristales de Swarovski.

PABLO ARAUJO

En O Lar do Leitón es posible escoger el agua por su sabor. Las tienen de aloe vera, de coco, de romero o de frutos rojos. También varían según sus propiedades. «Conocer la composición puede ser muy beneficioso para nosotros. Cuando vamos al médico y nos dice que tenemos bajo el calcio, nos compramos un suplemento, pero no se nos ocurre cambiar de agua, cuando posiblemente haciéndolo, escogiendo una que tenga más de este mineral, podemos ayudar a solucionarlo», explica el hostelero ourensano. En el restaurante venden agua Roi, de Alemania. «Es la que tiene un mayor nivel de magnesio en su composición en todo el mundo. Esta propiedad ayuda a fijar el calcio en el cuerpo para fortalecer los huesos», explica Carlos. Sirven Orezza, un agua de Córcega muy alta en hierro; y también las rusas Nº 4 y Nº 17, recomendadas especialmente para personas que sufren de problemas digestivos. «Vienen muchos clientes que optan cada día por probar una nueva, mientras otros piden una fija siempre», añade el ourensano. Una de las que más venden en O Lar do Leitón es el agua BLK. Se trata de una variedad que se extrae de un manantial en Canadá en el que predomina el ácido fúlvico, cuya mezcla de 77 minerales y electrolitos, le otorga un intenso color negro. «Es revitalizante, ayuda a desfatigar el cuerpo», explica Carlos. En su restaurante trabajan solo aguas embotelladas en cristal pero las tienen de varios tamaños: individuales, de litro y medio, y hasta pensadas para compartir en celebraciones. Este último es el caso de Nevas, una alemana con gas, que es la única que existe en tamaño mágnum. «Algunas veces vienen coleccionistas y se llevan varias cajas con botellas diferentes», dice.

«Es complicado encontrar un restaurante que tenga más de tres o cuatro referencias de agua, nosotros vamos camino de superar las 150», admite el propietario de O Lar do Leitón. Su carta ha sido varias veces premiada como la mejor del año en Termatalia. «Me arriesgo a decir que no hay otro restaurante en el mundo con tanta variedad. De hecho en varias ocasiones se han puesto en contacto con nosotros sumilleres norteamericanos para venir a visitarnos», admite Carlos. Su agua favorita es la que se extrae de glaciares o icebergs, sin apenas mineralización, como puede ser la noruega Lofoten o la rumana Carpatica, que no tiene sodio. «En Ourense tenemos muy buenas aguas, pudiendo competir con algunas de las mejores por sus propiedades, como es el caso de Cabreiroá, en Verín», termina.