El gobierno de Ourense tiene luz verde definitiva para movilizar 50 millones de euros
OURENSE CIUDAD
La oposición solo consiguió unirse para frenar la partida destinada a Educación, en la que se planteaba organizar talleres municipales como alternativa a la Universidad Popular
14 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.El pleno extraordinario celebrado este miércoles por la corporación de Ourense no generó grandes sorpresas. Se trataba de desestimar las alegaciones planteadas a las partidas incluidas en una nueva modificación presupuestaria diseñada por el gobierno local para movilizar 50,7 millones de euros y elevar por tanto a definitivos los acuerdos que reparten ese dinero entre distintas concejalías. De hecho, las formaciones políticas repitieron la mayoría de los argumentos ya esgrimidos en el pleno de junio, donde se debatió por primera vez esta operación que echará mano del remanente de tesorería, como ya ocurrió con la primera modificación de este tipo planteada por el alcalde Gonzalo Pérez Jácome y que ascendió a 62 millones de euros. En aquella ocasión, el regidor sacó adelante su propuesta, después de ligarla a una moción de confianza y que la oposición no consiguiera unirse para retirarlo del sillón de la alcaldía.
En este segundo caso todo fue mucho más fluido. El apoyo del PP en el gobierno y la postura de algunas formaciones, como BNG o Ciudadanos, que justificaron su voto favorable en intentar revertir la parálisis que sufre el municipio debido a la falta de unos presupuestos ordinarios sobre los que sustentar la gestión, permitieron rechazar casi todas las alegaciones.La mayoría estaban planteadas por el PSOE. Las presentaron contra todos los puntos por considerar que los acuerdos carecían del dictamen favorable del interventor municipal. Los socialistas no consideran suficientes los informes firmados por el coordinador general del Concello descartando la oportunidad de esas alegaciones y que la concejala de Hacienda, Ana Morenza, utilizó para justificar el voto de la coalición de gobierno.
El reparto de esos cincuenta millones reserva 2,7 a la Concejalía de Medio Ambiente para la ejecución de proyectos como la reforma del jardín del Posío y actuaciones en otros parques, plazas y zonas verdes, además de la adquisición de compostadores. Otros 2,1 millones los podrá gastar la Concejalía de Artes e Festejos en mantenimiento y conservación de edificios culturales, gastos de espacios expositivos, además de en actividades culturales y festivas y en convenios con entidades como el Liceo, entre otros gastos. Al departamento de seguridad ciudadana le llegarán 1,7 millones que pueden usar desde para adquirir vehículos a vestuario, pasando por mejorar dependencias en los distintos cuerpos integrados en este campo (Policía Local, Bomberos o Protección Civil). Para las áreas de turismo, termalismo, participación ciudadana y juventud quedan liberados fondos por un importe conjunto de 445.960. La mayoría (400.000) se destina al apartado de espacios termales y turismo, mientras que 45.960 van a financiar los convenios con Amencer y las agrupaciones de asociaciones vecinales Limiar y Miño. Salió también adelante la partida que destinará medio millón de euros a promoción económica y donde el mayor importe se fija en el capítulo de publicidad y propaganda que, según Jácome se destinará a campañas de divulgación cívica como el fomento del uso del servicio del transporte público entre los vecinos. Y precisamente en ese mismo sector, el de la movilidad urbana, el gobierno local va a disponer también de 1,4 millones para, entre otras cosas, pagar la adquisición de nuevos autobuses urbanos.
Solo una partida no logró prosperar. Fue la destinada a Educación, la única ocasión en que la oposición votó en bloque logrando la mayoría suficiente para que no quedasen desestimadas las alegaciones y, por tanto, no pudiese darse por aprobada definitivamente esa propuesta. La razón está en que esta partida, que sumaba 450.000 euros, pretendía usar 150.000 del remanente de tesorería que, según recordaron, se dejaron de gastar por la decisión de cerrar la Universidad Popular de Ourense. De hecho, la mayor parte de la nueva dotación económica (300.000) se fija para la organización de talleres municipales. Tanto el PSOE, como el BNG y Ciudadanos, dejaron claro en sus intervenciones que no apoyarían esa propuesta que consideran es la idea con la que Jácome quiere sustituir la formación que ofrecía la UPO.
Calentando la batalla electoral
Por lo demás, el pleno celebrado en la consistorial ourensana evidenció que la campaña electoral para las municipales del 2023 no sólo está cada vez más cerca, sino que prácticamente ha comenzado. «Se puede decir que desde el punto de vista plenario el mandato casi acaba de concluir», señalaba el alcalde antes de dar por finalizada la sesión, tras resaltar que se habían aprobado los últimos asuntos que afectaban a la gestión directa y que lo que queda «son temas no vinculantes» De hecho, durante el pleno volaron las alusiones sobre posicionamientos pasados y futuros en un cruce de reproches que no solo se cruzaron entre gobierno y oposición, sino incluso entre los partidos que conforman los dos bandos. Pepe Araújo, de Ciudadanos, afeó al PP que siga manteniendo a Jácome de alcalde y reprochó en varias ocasiones a BNG y PSOE no haberse unido para retirarlo de la alcaldía cuando tuvieron ocasión.
En el caso de los socialistas también llegó a afear a su líder que tampoco fuese capaz de hacerse a un lado para que su formación llegase a un acuerdo con el PP en su momento para encontrar otra fórmula de gobierno. Villarino, por su parte, fue el primero en sacar a la palestra al candidato in pectore del PP. Tras dirigirse al alcalde señalándole que le quedaban pocas semanas de apoyo de sus socios, insinuando que la llegada de Manuel Cabezas a la formación precipitaría que los populares empiecen a marcar distancias para preparar el terreno electoral; el portavoz socialista también se preguntó si el exalcalde volvería a echar mano de Araújo «porque usted un día es azul, otro naranja, otro azul....», dijo. Curiosamente, en ese vaivén de dardos con carga política, Rafael Villarino acabó encajando varios recordatorios sobre sus oportunidades desaprovechadas. «Eu voteino a vostede porque me parecía a mellor opción», le recordó Araújo en respuesta aludiendo al proceso de elección de alcalde tras las últimas elecciones y para rebatir las insinuaciones sobre su inclinación natural hacia el PP. «Yo lo prefería a usted como socio», le dijo Jácome en respuesta a la aseveración del líder socialista de que su puesto de alcalde no se sustentaba en otra cosa que en el deseo de Baltar de mantenerse al frente de la Diputación. «Usted fue mi primera opción, pero usted lo quería todo; la presidencia de la Diputación y la alcaldía. Y por quererlo todo se quedó sin nada», le espetó Gonzalo Pérez al socialista.