Viajó con un kilo de droga de Barcelona a O Barco y lo pillaron al bajar del tren Alvia

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El acusado admitió los hechos ante el tribunal de la Audiencia Provincial
El acusado admitió los hechos ante el tribunal de la Audiencia Provincial Miguel Villar

El acusado tendrá que afrontar una pena de tres años y medio de cárcel y pagar una multa de 80.000 euros

06 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

En julio del 2021 los integrantes del grupo de estupefacientes de la Policía Nacional de Ourense tuvieron conocimiento de que en la comarca de Valdeorras estaba operativo un grupo dedicado a la venta de sustancias estupefacientes entre los consumidores de la zona. Tras constatarse que se había registrado un incremento del trapicheo, los investigadores pusieron en marcha un operativo específico de control que los llevó hasta un sospechoso. Un vecino de la localidad podría ser la persona que se encargaba de adquirir la cocaína que luego se distribuía en la calle, así que tras realizar labores de vigilancia lo interceptaron el 12 de julio cuando regresaba de un viaje a Barcelona. En su equipaje, guardaba algo más que ropa y calzado.

Así, los agentes descubrieron que entre sus pertenencias personales B. A. M. llevaba dos paquetes sospechosos. Uno de ellos pesaba 497 gramos y ocultaba en su interior cocaína de una pureza del 78 %. En el otro, con un peso de 491 gramos, también había la misma sustancia estupefaciente, aunque con una pureza algo menor, del 68 %.

Que la droga estaba destinada a la venta al por menor era algo que se suponía y este martes, ante el tribunal de la Audiencia Provincial, así lo admitió el sospechoso, que lleva un año en prisión preventiva por estos hechos. Fue arrestado el mismo día que lo interceptaron cuando bajaba del tren Alvia procedente de la capital catalana y el juez de guardia de O Barco acordó poco después su ingreso en prisión. Eso sí, a pesar de que en un primer momento la Fiscalía de Ourense reclamaba para él una condena de cinco años y ocho meses de reclusión, tras admitir los hechos el sospechoso se acordó imponerle tres años y medio de privación de libertad. Deberá además pagar una multa a la justicia de 80.000 euros, bajo riesgo de sumar un mes de reclusión a su condena en caso de no querer abonarla. Tras la vista, que apenas duró unos minutos, el investigado regresó a prisión.