Adiós en Ourense a una tienda que marcó la pauta

Marta Vázquez Fernández
Marta Vázquez OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

MIGUEL VILLAR

Rosa de la Iglesia Mellado cierra, por jubilación, un comercio que fue innovador en la ciudad por su oferta de moda

28 jun 2022 . Actualizado a las 13:57 h.

Rosa de la Iglesia Mellado tenía 18 años cuando abrió su primer negocio. Joven y con ganas de comerse el mundo, apostó por una tienda de música y puso en marcha, en las galerías Roma de la rúa do Progreso, la que fue la primera tienda de discos de Ourense. Se llamaba La Pauta Musical. Han pasado 47 años desde entonces y aquella joven emprendedora es hoy una veterana profesional que dice adiós al que ha sido su mundo durante décadas tras soplar 65 velas. El negocio, que de musical pasó a ser de ropa y cambió dos veces de ubicación, afronta ahora sus últimos días por la jubilación de su propietaria, que se va con la cabeza muy alta. «No nos vamos porque no vendamos, tenemos una clientela maravillosa a la que quiero dar las gracias», dice Rosa poco después de ir a las oficinas de la Seguridad Social de Ourense a pedir su pensión. Asoma una nueva etapa que piensa llenar con viajes con su pareja, con más tiempo para sus nietos y con su pasión por la natación y los deportes, pero antes echa la vista atrás para recordar algunos detalles de esas casi cinco décadas dedicada al comercio. «La primera tienda la abrí en 1977. Estuvimos dos años en aquel local, pero luego se construyó el edificio Viacambre en la rúa do Paseo y buscamos un bajo para instalarnos allí», recuerda Rosa. Por aquellos tiempos las galerías aún no tenían salida a Santo Domingo y el local era interior, pero la tienda de música, en la que también se vendían gaitas y bombos para grupos, tuvo muchísimo éxito de público.

Enseguida esta emprendedora quiso dar un paso más. Embarazada de ocho meses, se subió a un avión rumbo a Londres. «Entonces no había las restricciones de equipaje que hay ahora, así que yo me traje dos maletones llenos de ropa para vender en la tienda», recuerda Rosa, que aún no ha olvidado cómo la tripulación del avión de Iberia casi no le deja embarcar por lo avanzado de su gestación. «Me faltaba un mes para dar a luz a mi hijo, pero les dije que estaba de menos tiempo para que me dejaran pasar», asegura. Así que desde aquel momento la tienda se dividió. A la venta de discos e instrumentos se sumó en otra parte del mismo local la comercialización de ropa, pero no solo crecía el negocio. «En pocos años tuve tres hijos y llegó un momento en el que se me hizo complicado seguir adelante con tantos frentes. Tuve que dejar el tema de la música porque me ocupaba mucho tiempo; tenía que atender a los viajantes que venían con las últimas novedades y se me hacía ya muy complicado gestionar eso con los niños pequeños, así que aposté por la ropa y dejé el otro negocio», cuenta.

Y no paró de innovar. «En aquellos años empezaba a llevarse mucho la moda ibicenca, así que yo me cogí otro avión y me fui a comprar ropa a la isla», asegura Rosa, que guarda buenos recuerdos de aquella época tan movida. «Yo no paraba. Luego empecé a viajar a París, a Madrid, a Barcelona, y en esta última ciudad es donde yo siempre me he encontrado más cómoda comprando las prendas para vender en mi tienda», asegura. Por cierto, el nombre del negocio había perdido para entonces su parte final. Se quedó en Pauta.

Por el camino, llegó Luisa Fernández. «Nos conocimos cuando empezó a cuidar a mi hijo menor y poco después, al ver que necesitaba a gente para echarme una mano en el comercio la contraté. Y hasta hoy», asegura Rosa respecto a su compañera en la tienda durante los últimos 37 años. «Siempre digo que somos un matrimonio muy bien avenido, creo que la voy a echar muchísimo de menos», ríe.

Con ella vivió Rosa hace seis años el último gran cambio de su negocio. «Nos dimos cuenta de que necesitábamos un local que estuviera más cerca de la calle, así que eché los restos para reformar este en el que estamos ahora, en las mismas galerías pero más cerca de la rúa Paseo», cuenta la comerciante, que ha comenzado a liquidar la mercancía con vistas a cerrar en las próximas semanas. «El comercio es un negocio que ata mucho, que somete a mucha presión; hemos vivido muchas crisis, la llegada de las grandes superficies y de la venta online», recuerda esta emprendedora, que ya tiene ganas de afrontar su nueva etapa. «Soy una persona positiva y ahora quiero disfrutar de mi familia», asegura mientras las clientas de toda la vida, y otras más recientes, se despiden de ella con un abrazo. ¡Hasta siempre!