La abogada de la mujer incapacitada tras una operación para retirarle un trozo de bisturí: «Con la indemnización, al menos se podrá pagar un ayudante»

Maite Rodríguez Vázquez
Maite Rodríguez OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

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La paciente sufrió una lesión neurológica grave en la segunda operación para extraer el instrumento. Tuvo un cáncer por el que no pudo operarse por las secuelas que arrastra. Tiene daños irreversibles

11 jun 2022 . Actualizado a las 10:45 h.

Letrada del despacho de Alfonso Iglesias —un bufete de A Coruña especializado en derecho sanitario—, Marta Iglesias había conocido anteriormente otros casos de material quirúrgico olvidado en operaciones, pero ninguno tan grave como el que sufrió una paciente de Ourense. Al neurocirujano que la intervino por una hernia discal en A Coruña se le rompió la punta de la hoja del bisturí, que quedó alojada entre las vértebras. Decidieron que no era necesario sacarla en aquel momento. Una segunda operación, aconsejada por otro profesional para retirar el fragmento del instrumento, dañó irreversiblemente varios nervios de esta mujer, que entonces tenía 45 años. A consecuencia de ello, la perjudicada quedó con incapacidad permanente por una lesión neurológica grave que le dejó una pierna totalmente insensible, lo que le impide caminar de forma autónoma. Tuvo que cambiarse de casa y dejar su trabajo. Una sentencia de la Audiencia de Madrid condena a la compañía del seguro sanitario de la paciente, DKV, a pagarle más de 272.000 euros de indemnización. La abogada detalla cómo fue este proceso.

—¿Cuándo les llegó el caso?

—La paciente llegó al despacho en septiembre del 2018, después de la segunda intervención. Tenía una hernia discal con patologías de dolor de espalda. Se operó en A Coruña y, en esa cirugía, el médico se deja ese trozo de bisturí. Ella fue consciente de esto tiempo después, en revisiones que le hicieron. En una de ellas, durante una resonancia, el radiólogo le informa de ello. Era un trozo de bisturí entre las vértebras. El neurocirujano le dijo que había sido un accidente, que se había roto la hoja, pero que no pasaría nada, que se generaría tejido fibroso. Sin embargo, otros médicos decían que podía migrar a otros órganos a través del torrente sanguíneo. Un neurocirujano de Madrid le dijo que había que extraerlo y que utilizarían una técnica mínimamente invasiva, realizando una incisión lateral, por un costado, para acceder al bisturí, sin sangrado y que duraría una hora.

—¿Qué pasó en esa operación?

—Duró siete horas y la paciente perdió tres litros de sangre. El neurocirujano tenía que haber puesto separadores para abrir. Era una zona del músculo psoas que está irrigado con muchos nervios. El equipo de electrofisiólogos le advertía al neurocirujano que la máquina daba avisos de que se producían daños neurológicos en los nervios. En su protocolo él puso «asumo los riegos y sigo». Fue él quien asumió los riesgos, no la paciente. Y sacó el trozo de bisturí, sí, pero ¿a cambio de qué?

—¿Qué lesiones provocó esa intervención?

—Le quedó una lesión en el nervio femoral, no siente la pierna izquierda, se mueve con gran dificultad, no puede deambular de forma autónoma y sufre incontinencia de esfínteres. Era funcionaria de la Xunta y Muface la jubiló por incapacidad permanente por lesión neurológica grave. Después le detectaron un cáncer de mama y le hicieron una doble mastectomía que no le permite usar muletas, por lo que tiene que ir en silla de ruedas. Tuvo que malvender su piso en el centro histórico de Ourense, que había reformado a su gusto, porque no tenía ascensor ni podía acceder en coche y comprar otro piso a las afueras. En el juicio también declaró como testigo su psiquiatra, que confirmó que le ha quedado una depresión grave.

—¿En qué la ayudará esta sentencia?

—Además de la satisfacción moral de que se reconozca que las cosas no se hicieron bien, con la indemnización va a poder pagar a una persona que la ayude con las cosas de casa y que la traslade a consultas médicas, porque ella no puede conducir. Y es un estado irreversible.

—¿Habían visto más casos como este?

—En este despacho hemos visto otros casos de olvido de instrumentos o material quirúrgico, normalmente gasas, pero como este no. Este es muy grave.