Se prepara para cura después de ser camarero y de cuidar ancianos

María Doallo Freire
MARÍA DOALLO OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Palma Roca

El obispo de Ourense, Leonardo Lemos, ordenó a un nuevo diácono y dos sacerdotes

05 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Dice el dominicano Benjamín Alexander Moreno que siempre supo que su vocación era evangelizar. «Sobre todo en aquellos lugares en los que hay más carencia de fe cristiana», admite. Así se lo inculcaron sus padres, miembros del camino neocatecumenal y misioneros. Lo mismo ocurrió con sus hermanos, uno seminarista en Australia y el otro presbítero en Santo Domingo. Benjamín sigue sus pasos ya que este sábado se ordenó como sacerdote en la Diócesis de Ourense. Tiene 29 años y su formación eclesiástica comenzó en República Dominicana, recién terminado el Bachillerato. «Fui a un encuentro vocacional y sentí en mis adentros cómo el señor me llamaba a dar mi vida por el evangelio», recuerda. Estudió tres años allí y luego le destinaron a Ourense como misionero, una faceta que compagina con la de servir a la diócesis y en la que le encantaría seguir trabajando. Por eso se formó en el Seminario Redemptoris Mater de Beiro. «Somos de distintas partes del mundo y evangelizamos donde haya necesidad», explica. En la ordenación estuvo arropado por su familia dominicana y no faltó su hermano que estudia en Australia.

Junto a Benjamín se ordenó Miguel Rodríguez. A él también lo acompañaron para la ocasión todos sus seres queridos. Tiene 28 años y es de Coles. El suyo ha sido un proceso de fe progresivo para llegar hasta aquí. «Colaboraba con la parroquia asiduamente hasta que di el paso de entrar en el seminario. Quería probar si mi verdadera vocación era cristiana», confiesa. Lo hizo cuando tenía 21, justo al terminar el ciclo de Integración Social. Confirmó que así era y este sábado disfrutó, entre nervios y emoción, de su ordenación como sacerdote. «Siento mucha felicidad porque estoy confirmando lo que ya creía. Dios es quien llama y nosotros le respondemos, así que aquí estoy», concluye.

La iglesia del Seminario Mayor se llenó de júbilo en una ceremonia que duró más de dos horas y en la que el obispo de Ourense, Leonardo Lemos, también ordenó a un nuevo diácono, Mauro Puga. Es de Arnoia y tiene 44 años. Su camino en la fe comenzó cuando era un adolescente. «Estuve un tiempo en la vida religiosa y luego la dejé», admite. Mauro trabajó de camarero y de cuidador en una residencia de mayores en este tiempo y confiesa que hubo algo que le hizo volver a la iglesia. «El Señor habla siempre por medio de segundas causas. A través de distintas situaciones y personas yo comprendí que tenía que volver», cuenta. «Ya de adulto me fui integrando de nuevo en las actividades parroquiales y decidí entrar en el seminario», continúa. Ahora ya es un diácono más, que espera convertirse en sacerdote en un año.