Manuel Fernandez, jefe de Radiología del CHUO: «Lo que veremos con el nuevo TAC es como pasar de la fotografía al cine»

María Cobas Vázquez
maría cobas OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Manuel Fernández Carrera es el jefe del servicio de Radiología del CHUO
Manuel Fernández Carrera es el jefe del servicio de Radiología del CHUO SERGAS

El servicio verá renovado su material antes de septiembre del 2023

04 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Los equipos de TAC de los que dispone el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense son viejos. Desde el servicio de Radiología que desde el 2020 lidera Manuel Fernández Carrera (Ponteareas, 1970) se planteó al Sergas la necesidad de una renovación y el jueves obtuvieron la respuesta que querían. El Consello da Xunta autorizó la compra de seis TAC para el área sanitaria de Ourense, tres de primer nivel (básico), uno intermedio y uno avanzado, así como otro más para el servicio de radioterapia.

—Además de renovar los equipos para los próximos diez años, se consigue un salto tecnológico. Un hospital de segundo nivel como es el nuestro se pone a la altura de los de primer.

—Ourense tendrá un TAC espectral... ¿qué significa para el paciente y para el radiólogo?

—El paciente va a tener un diagnóstico más acertado y se verá sometido a menos radiación. Y para el profesional, los estudios de la vasculatura de órganos, como la aorta, corazón y cerebro, pasamos de hacer un estudio estático a poder ver cómo llega la sangre a los órganos. Lo que veremos con el nuevo TAC espectral es como pasar de la fotografía al cine, de ver una imagen quieta a una en movimiento. En los pacientes oncológicos, detecta más lesiones más pequeñas y mejor. Reduce la radiación y el tiempo de estudio. Nos permitirá mejorar los diagnóstico oncológico y de patología vascular, que son los que más hay.

—¿Todos los aparatos nuevos irán para el CHUO?

—No. Dos de los TAC básicos irán para los hospitales comarcales, uno para el de Verín y otro para el de Valdeorras. Los otros cuatro sí serán para el de Ourense.

—¿Cuánto estarán funcionando?

—El pliego pone septiembre del 2023 como fecha límite para que estén instalados, pero supongo que llegarán de forma escalonada. Porque tenemos que tener dónde hacer pruebas mientras se colocan los nuevos.

—Desde su llegada al cargo ha conseguido reducir la lista de espera en el servicio.

—Estamos en los parámetros que se fijaron. El problema es el balance entre el número de médicos que se forman y los que se jubilan. Es una de las especialidades en las que hay problemas para cubrir las plazas. Eso implica un mayor volumen de trabajo a los que quedamos, y con la implicación de todos hemos conseguido bajar la lista de espera.

—¿Cuántos médicos son y cuántos deberían ser?

—Hay 26 adjuntos y lo ideal serían 33. La cifra completa creo que nunca la hubo. Y además ahora estamos cubriendo el Hospital de Valdeorras. Espero que con la OPE se resuelva [la cobertura de las vacantes]. El mérito es de los médicos que se han involucrado con el servicio.

—Se definen como un servicio que apoya la conciliación del personal, ¿cómo?

—Ahora todo es tecnología y en esta especialidad todavía más. Pero yo quería darle un giro más humano, porque las máquinas no nos sustituyen. El servicio está integrado casi a la mitad por gente mayor y gente joven, con niños pequeños y sobre la que recae el tema de las guardias. Es algo que me interesa suavizar. Cinco miembros del servicio tienen reducción de jornada por cuidado de menores y hay más con hijos pequeños; así que, con apoyo de la gerencia y la dirección médica, flexibilizamos los horarios todo lo posible para ayudar a conciliar. Además, estamos poniendo en marcha un proyecto de telemedicina para poder trabajar desde casa y así la gente pueda cuidar a sus hijos y hacer su trabajo, pero adaptando los horarios a las necesidades personales de cada uno.