Treinta años de comida como en casa en Ourense

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

OURENSE CIUDAD

El restaurante Habana 83 celebró su aniversario
El restaurante Habana 83 celebró su aniversario Santi M. Amil

El equipo del restaurante Habana 83 celebra las tres décadas de vida del negocio junto a sus mejores clientes

27 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Comer en el restaurante Habana 83 es como hacerlo en casa por muchos motivos. El primero es que siempre escogen el mejor producto, lo elaboran con todo el mimo del mundo y luego te lo sirven con la cercanía y el cariño que haría alguien de la familia. Pero es que precisamente sus dos propietarios comparten la misma. José Antonio Simoes de Dios estaba trabajando de cocinero en Suiza, a donde se fue para intentar buscarse la vida. Su hermana Mariluz y el marido de esta, Antonio González Oliveira, tenían el mismo fin en Venezuela. Allí trabajaban en el sector de la hostelería. En 1992 los cuñados decidieron que era ya era hora de volver a casa —ambos Antonios son de Lobios— y de emprender un negocio juntos. El resultado fue Habana 83 y desde entonces han pasado ya treinta años. «Queríamos juntar a la familia de nuevo en Ourense», comenta Simoes. El cocinero apostó por un concepto clásico. Recuerda que empezaron proponiendo platos combinados y luego ampliaron con una pequeña carta que fue convenciendo a los clientes. «El plato que más he preparado en todo este tiempo son los langostinos al curri con arroz. Lo aprendí a hacer en Suiza y aquí a la gente le fascinó», admite. Hoy en día en el restaurante apuestan por la cocina de mercado, con producto fresco y de temporada, y se atreven con todo tipo de elaboraciones. Están especializados en caza, tienen platos con toques de vanguardia y también un menú degustación. Son maestros de la lamprea, de la avestruz, del jarrete o de la torrija caramelizada.

«Creo que la clave ha estado en marcar una línea de cocina y de atención y no salirnos de ella. Trabajar mucho, tener personal capacitado y hacer las cosas con cariño», continúa el chef. Su cuñado se jubiló con la pandemia, aunque este jueves regresó al restaurante para brindar con el equipo y con los clientes más fieles para celebrar esas tres décadas. En su puesto, como encargado de sala, se quedó el ourensano Manuel Filgueira. «Llevo aquí 18 años y siempre he sentido que somos una familia, tanto el equipo como con los clientes», dice. «He aprendido mucho tanto profesional como personalmente de los dos Antonio y de Mariluz. Ojalá vengan muchos años más», termina.