El colofón a siete años de duro trabajo de recuperación ambiental

Fina Ulloa
Fina Ulloa OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

El Seminario Menor estrenó su panel informativo para la Ruta das Árbores, un circuito interactivo que permite conocer las particularidades de 60 especies vegetales

31 may 2022 . Actualizado a las 20:47 h.

La zona verde que se extiende entre los seminarios Menor y Mayor de Ourense se ha convertido en un gran centro de interpretación medioambiental gracias a un proyecto de larga duración en el que se han implicado más de medio millar de alumnos durante los últimos siete años. La idea, que se bautizó como Ruta das Árbores acaba de llegar a su estación término, al menos por el momento. Quienes visiten la zona no solo disfrutarán de un entorno natural bien cuidado, con hermosas vistas, sombra y zonas de descanso; también lo harán por un recorrido estudiado para no perderse detalle de toda la riqueza forestal que encierra.

La iniciativa fue planteada desde el Seminario Menor para el programa Voz Natura, de educación medioambiental que desarrolla La Voz de Galicia a través de la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre con patrocinio de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda, la Diputación de A Coruña, la Fundación Alcoa, El Corte Inglés y la Fundación Ramón Areces. El proyecto se centró en los primeros años en tareas de desbroce y en la eliminación de las especies invasoras que, como las mimosas, estaban ahogando a las plantas autóctonas y acaparando cada vez más terreno.

«Fue un trabajo muy duro porque las mimosas son difíciles de erradicar y el monte estaba prácticamente plagado», señala Álvarez Leis Rodríguez, el profesor que coordinó el proyecto. Pero tampoco le fue a la zaga conseguir dejar la zona limpia de basura. «Año tras año se habían ido acumulando muchos restos en la zona, ya que era uno de los lugares a los que se acudía para la celebración de los magostos y muchos acababan en botellones. Retiramos plásticos, cristales, latas... de todo», recuerda el maestro.

La siguiente fase del proyecto fue la replantación, fundamentalmente con especies autóctonas tanto de árboles como de arbustos, aunque también se incorporaron especies más exóticas. Hoy, en el recorrido diseñado para esa ruta, pueden verse cerezos, castaños, robles, hayas o arándanos, entre una larga lista que suma sesenta especies.

Los que recorran este camino también reconocerán la intervención humana en algunos arreglos que se han hecho en el trazado de los caminos. Eso sí, siempre utilizando elementos naturales para ese reacondicionado. «En algunas zonas los hemos reforzado con troncos o incluso con asentamientos de piedras en algunas pendientes. El objetivo era facilitar el recorrido y la evacuación del agua para evitar que las lluvias arrastren la tierra», explica Álvaro Leis. También se han colocado bancos para el descanso en zonas estratégicas como el mirador.

Esta semana se colocaba el cartel informativo que pone el colofón a un trabajo que también se realizó con nuevas tecnologías. Todos los árboles tienen un cartel con un código QR que facilita toda la información que los escolares han recopilado sobre cada una de las especies y que también está volcada en una página web en la que se pueden encontrar además poemas, refranes y otras creaciones artísticas relacionadas con cada uno de esos árboles.

Ese ha sido el colofón a una iniciativa larga en el tiempo pero que deja un sentimiento de satisfacción en todo el colectivo educativo. «El proyecto nos ha ayudado a trabajar con todos los niveles educativos y todo tipo de materias, desde la de biología, cuando germinamos bellotas o castañas, hasta la historia, la informática o la lengua y literatura gallega», explicaba el coordinador de la iniciativa.