Seydou Boro, bailarín: «El arte atraviesa nuestras vidas»

OURENSE CIUDAD

Seydou Boro, en uno de los instantes del espectáculo
Seydou Boro, en uno de los instantes del espectáculo Cedida

El artista de Burkina Faso protagoniza en el Teatro Principal de Ourense la primera propuesta del festival nómada de cultura africana Harmatán

24 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La segunda edición del festival nómada de cultura africana Harmatán aterriza en Ourense esta semana. El programa, que se desarrollará sobre las tablas del Teatro Principal de la ciudad, incluye cuatro propuestas diferentes. La primera cita será con la danza. El bailarín Seydou Boro presenta el espectáculo «Koteba», este martes a las 20.00 horas. Las entradas, que tienen un precio desde 9 euros, pueden comprarse todavía en la web de Ataquilla.

—¿Cómo y cuándo descubrió la danza?

—Hace más de treinta años a través de mi tío Amadou Bourou. Director de escena, creó la primera compañía profesional de Burkina Faso: Feeren. Seguí sus enseñanzas en interpretación actoral, música y danza.

—¿Qué es «Koteba» y con qué se va a encontrar el público?

—«Koteba» significa el caracol. Es una espiral que gira y sube hasta la punta. Es una manera de abordar un relato y también la forma de teatro tradicional bambara. La obra se inspira en un rito, el «boûgô», que permite hablar de las deficiencias de la sociedad. En escena, soy una forma humana, atravesada por lo indecible, por las vivencias de mujeres y de hombres, de víctimas y de agresores sexuales. El ritual y el vudú están muy presentes en esta función. Para la danza, me ha influenciado mucho el «butoh» japonés. Trabajé sobre mucho la encarnación y sobre el escenario he querido ser un cuerpo ocupado por energías místicas, sobrenaturales.

—¿Piensa que a través del arte, de la cultura, es más fácil comprenderse entre lugares con modos de vida tan diferentes como África y Europa?

—Para mí es una evidencia. Dependiendo de nuestra proveniencia, hablamos lenguas diferentes, tenemos visiones diferentes y, sin embargo, podemos emocionarnos con las mismas formas de arte. A mí me gusta la música de las Antillas y me conmueven las obras de Giacometti, por ejemplo. El arte atraviesa nuestras vidas. Eso es lo más bonito. Muestra que pertenecemos a la misma humanidad.

—¿Qué supone para un artista como usted participar en un festival como Harmatán?

—Es una grandísima experiencia. Es un festival nómada, que me permite viajar de ciudad en ciudad, y además, a todos esos lugares llevo conmigo un poco de mi tierra. Recibo mucho cariño cuando estoy de gira, porque este evento provoca un encuentro entre el artista y el público, pero también entre nuestras culturas. Esa interacción es muy importante para mí y para mi crecimiento como persona y como artista.