La Audiencia de Ourense impone ocho años de cárcel a un acusado por tener sexo con una chica de 14 años ya que ella no tenía edad para consentir

Marta Vázquez Fernández
M. Vázquez OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Imagen de archivo de una sala de la Audiencia Provincial de Ourense
Imagen de archivo de una sala de la Audiencia Provincial de Ourense Santi M. Amil

El acusado dijo que solo se besaron, pero los jueces dan credibilidad a la versión de la víctima, que afirmó que el acusado la convenció

13 jul 2022 . Actualizado a las 23:18 h.

Ocho años de cárcel y otros ocho de libertad vigilada. Es la condena que los jueces de la Audiencia provincial de Ourense han impuesto a un investigado de 28 años por haber mantenido relaciones sexuales con una chica que, cuando ocurrieron los hechos, tenía solo 14 años. La sentencia, sobre la que cabe recurso ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, TSXG, contempla además que la víctima sea indemnizada con 3.000 euros por los daños morales derivados de lo ocurrido.

Poca credibilidad han dado los integrantes del tribunal encargado de ver este caso a las declaraciones del investigado. José Antonio J. N. negó tajantemente haber tenido relaciones íntimas con la denunciante, limitándose a admitir que en el mes de septiembre del 2018 ambos habían mantenido una relación de novios. No pasaron de los besos, según dijo, recordando que se conocieron porque una familiar suya era amiga de la víctima.

Pero la chica se mantuvo en lo que ya había declarado desde el primer momento. Explicó ante los jueces que ella y el acusado estuvieron saliendo juntos dos semanas y que durante muchos días el adulto le habló de sus experiencias sexuales previas con otras chicas, proponiéndole que ambos mantuvieran relaciones. Ella, según contó, se negó al principio, si bien ante la insistencia del novio acabó cediendo. Lo hizo, según dijo, sin que mediara violencia alguna en el acto, si bien la clave del asunto es que el consentimiento de una persona de esa edad para tener relaciones sexuales no puede nunca ser válido. Y menos cuando la otra persona es mucho mayor que ella. En este caso, la diferencia entre ambos era de diez años y eso es algo que ha pesado mucho a la hora de dictar la sentencia.

Los peritos del Imelga que declararon en el juicio, y que analizaron la credibilidad de la versión de la víctima, aseguraron que no se había inventado el episodio. Dieron fiabilidad a su versión y en esto se han fijado los jueces a la hora de dictar sentencia en este caso. «La menor ha venido relatando desde su primera declaración idéntica versión de los sucedido», recoge la resolución, en la que se tilda de «persistente en el tiempo» lo relatado por la víctima. Que no se acordara del día exacto en el que se produjo el encuentro íntimo con el acusado es un detalle que a los jueces les parece intrascendente, ya que además amigas de la joven avalaron su testimonio, explicando que la víctima les dijo que ella no quería ese contacto sexual, si bien finalmente accedió por la insistencia del agresor.

Pero hay más detalles que echan por tierra la presunción de inocencia del acusado. «La menor ni tan siquiera formuló denuncia frente al procesado en el momento de concurrencia de los hechos», advierten los togados, que recuerdan que el delito ahora condenado trascendió cuando otra joven denunció haber sido forzada por el mismo acusado. «Resulta particularmente significativo que la madre de la menor tuvo conocimiento de los hechos hoy enjuiciados con motivo de acompañarla a su declaración ante la Guardia Civil, enterándose en ese preciso momento de la existencia de la relación sexual de su hija con el procesado», valora el tribunal, del que ha sido ponente el presidente de la Audiencia, Antonio Piña.

¿Un depredador sexual?

Al sospechoso, al que se impone también la prohibición de acercarse a la víctima durante ocho años, le llega la condena apenas unas horas después de haber sido juzgado por el otro delito sexual, también con una menor. La víctima, de 17 años, lo acusa de haberla violado en un coche, en el que ambos regresaban de haber pasado la tarde en las termas de Bande. Ella había bebido alcohol y el acusado se habría aprovechado de ello. El hombre admite en este caso que se produjo el encuentro, si bien aduce que la chica estuvo de acuerdo. El fiscal, en sus conclusiones, lo tildó de «depredador sexual» y pidió ocho años de cárcel.