Advertencia de una jueza de Ourense a un maltratador: o deja el alcohol y hace cursos, o irá a la cárcel

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Fachada principal del edificio judicial de Ourense
Fachada principal del edificio judicial de Ourense M. FERNÁNDEZ

El agresor sacó a su mujer del coche a la fuerza y la arrastró por el arcén en la autovía A-52

03 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

A veces un programa de reinserción puede ser más efectivo que la cárcel para lograr la rehabilitación de un delincuente y esto es lo que ha tenido en cuenta una magistrada de Ourense a la hora de imponer la condena a un hombre que confesó haber maltratado a su compañera sentimental.

En la resolución, en la que se considera probado que el agresor protagonizó un incidente violento con su pareja cuando estaba presente la hija de ambos, de solo tres años, se impone a Daniel N. V. una condena de nueve meses de prisión, si bien se le concede al reo el beneficio de la suspensión de esa pena con unas condiciones bien claras. Así la magistrada establece que el agresor no se acerque a la víctima o comunique con ella por cualquier vía durante tres años. Además, le obliga a participar en programas formativos de «igualdad de trato y no discriminación» y le conmina además, sin posibilidad de negarse, a seguir un tratamiento para dejar el alcohol. A todo esto se añade la prohibición de delinquir durante dos años; un delito de tráfico, por poner un ejemplo, podría llevarlo a la cárcel.

No ha sido esta la primera vez que a este sospechoso se le impone una condena por malos tratos. En junio del 2017 ya fue sancionado penalmente por violencia de género. Ahora, queda probado que reincidió el 1 de agosto del 2020, fecha a la que se remontan los hechos que han propiciado esta condena.

Ese día la pareja viajaba en coche con su hija de tres años por la autovía A-52. Ella iba al volante cuando se desencadenó entre ambos una discusión que motivó que Daniel, que ocupaba el asiento del copiloto, tirase de la palanca del freno de mano, obligando a su mujer a detener el coche para no tener un accidente. El agresor salió entonces del turismo y se dirigió a la puerta del conductor, abriéndola y obligando a su compañera a salir del coche por la fuerza, agarrándola de los brazos. Llegó a arrastrarla por el arcén antes de que otros conductores pudieran auxiliarla, y todo mientras en el asiento de atrás la pequeña era testigo del incidente.

En el juicio el acusado no se molestó en negar los hechos, si bien se tuvo en cuenta como circunstancia atenuante que cuando ocurrieron tenía sus facultades «ligeramente afectadas por el consumo de alcohol». Esta situación es la que ha motivado que la magistrada del Juzgado Penal 1 considere necesario que el maltratador siga un tratamiento en la Unidad de Conductas Adictivas, UCA.