La mascarilla y el gel hidroalcohólico seguirán presentes en las iglesias ourensanas
OURENSE CIUDAD

Se recomienda a los sacerdotes que sigan utilizando el tapabocas en el momento de la comunión y en las celebraciones en las que haya personas vulnerables
24 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.La provincia eclesiástica de Santiago de Compostela, a la que pertenece la Diócesis de Ourense (además de las de Tui-Vigo, Lugo y Mondoñedo-Ferrol) ha decidido prolongar aún durante un tiempo el uso de algunas medidas de prevención para evitar contagios de covid en los templos o en otras instalaciones dependientes de la Iglesia y abiertas al público, tras el decreto que pone fin a la obligatoriedad de usar el tapabocas en interiores.
En concreto, dentro de las nuevas medidas dictadas, la principal hace alusión a la mascarilla. En concreto se recomienda (no se impone como obligatorio) que se mantenga este elemento de protección en las celebraciones litúrgicas y en otras actividades pastorales «cuando por un tiempo prolongado participen en ellas personas vulnerables ante la infección por covid y no sea posible mantener la distancia de 1,5 metros». Especialmente se pide a los celebrantes y otros ministros que la usen «en el momento de la comunión y cuando en la celebración de otros sacramentos haya proximidad con los fieles».
También el gel hidroalcohólico se mantendrá en las iglesias. Se recomienda especialmente su uso a los sacerdotes tanto antes como después de la comunión «y las unciones realizadas en los diferentes sacramentos». También se pide que tanto en los templos como en cualquier otro lugar donde se realice alguna actividad pastoral ese gel esté a disposición de los fieles. Igualmente se pide que se garantice una adecuada ventilación y limpieza de las iglesias y resto de locales.
Por lo demás, se recuerda que, poco a poco, debe ir recuperándose la normalidad. «Salvo en aquellos lugares expresamente citados en el Real Decreto 286/2022 del 19 de abril, a saber, residencias de mayores, centros sociosanitarios y hospitales, en los cuales nos atenemos a las prescripciones del lugar, recuperemos con prudencia y normalidad la praxis litúrgica establecida», señala la nueva normativa que pide aplicar la «prudencia, responsabilidad y mucho sentido común».