«Muchos mayores vienen realmente desesperados por la subida de la luz»

Fina Ulloa
Fina Ulloa OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Ana García

Cáritas Diocesana de Ourense, gastó el pasado año más de 60.000 euros en ayudas a la vivienda

26 mar 2022 . Actualizado a las 13:23 h.

El problema de la vivienda y el pago de gastos de servicios básicos como la luz fueron dos de los temas que Ángel Feijoo, el delegado diocesano de Cáritas, y la directora de la entidad, María Tabarés, pusieron sobre la mesa en la reunión mantenida con el director xeral de Inclusión Social de la Xunta de Galicia, Arturo Parrado. Y es que, aunque la asistencia de Cáritas a quienes están en riesgo de exclusión social o en situación de pobreza abarca muchos campos, en los últimos tiempos evitar que esas personas más vulnerables se queden sin techo en la capital ourensana —un paso determinante hacia la marginalidad social— es un reto cada vez mayor. Los alquileres no son precisamente baratos, según recordaba la directora de Cáritas Ourense. «Aquí el acceso a la vivienda, que es un derecho básico, a las personas que no tienen una nómina importante les es casi imposible», apuntó María Tabarés, recordando que su red de pisos de acogida está en estos momentos «a tope». La entidad dispone de un edificio de alquiler social con 22 apartamentos en la zona del jardín del Posío y otros recursos habitacionales repartidos en ocho pisos ubicados en la ciudad.

Desde la entidad estiman además que «lo que se viene encima no es precisamente alentador». Aluden a la prolongación de la crisis económica que ya se venía arrastrando desde la pandemia y al incesante incremento del coste de los gastos básicos vinculados a la vivienda.

«Estamos notando un incremento muy importante de las necesidades básicas porque la subida de luz está suponiendo un coste terrible para las personas que atendemos», señala Tabarés.

Solo el pasado año, entre ayudas para pagar el alquiler, realquileres, hipotecas y suministros, Cáritas Diocesana de Ourense gestionó 960 aportaciones que superaron los 60.000 euros. En los dos primeros meses de este año ya habían tramitado 107 ayudas que rondaron los 8.000 euros.

«Ha aumentado mucho el número de peticiones de ayudas. Hemos notado que mucha personas mayores vienen desesperadas por la subida de la factura de la luz», dice María Tabarés. «Hay personas que pagaban 50 euros y ahora vienen con facturas de 200, que no pueden pagar con sus pensiones, especialmente las no contributivas. Incluso gente que tiene el bono social y que paradójicamente ahora es una desventaja porque el mercado libre está más barato. Es todo un horror y las personas que he visto más desconsolados es gente mayor que está sin poner ni la calefacción en su casa», añade la directora de la entidad asistencial.

Cáritas está también preparándose para la repercusión que la llegada de familias desplazadas por la guerra en Ucrania tendrá a medio plazo sobre su capacidad de respuesta. «No sabemos ni cómo ni cuando, pero seguro que repercutirá», opina la directora. Ángel Feijoo recuerda que ya se está ayudando en la primera acogida, tanto en proyectos en los que colabora la diócesis como a través de Cáritas parroquiales, y que también se están canalizando recursos a través de la red nacional e internacional de la entidad, que trabaja en la primera acogida en los países fronterizos con Ucrania.

Programas como el que se desarrolla en el centro de transición a la vida autónoma que Cáritas tiene en A Valenzá «que significa recuperar a gente que está en situación de calle o en situaciones muy vulnerables» o el de mujer» no se miden en grandes números. Sin embargo, la directora de Cáritas recuerda que «son procesos que transforman la sociedad, porque sacar a diez personas de la calle en una ciudad como Ourense es importante».

Aumentar planes de empleo

Otro de los puntos que se abordó en la reunión con el director de Inclusión Social fue la potenciación del programa de empleo. «Nuestro ideal sería poder disminuir la actividad asistencial y poder aumentar los programas de empleo y de formación porque eso es, en definitiva, lo que capacita a las personas para tener una vida normalizada, que es lo que pretendemos».

Arturo Parrado matizó que las entrevistas que está manteniendo en este tipo de visitas a entidades como Cáritas «ayudan a conocer su situación y que nos trasladen cuestiones que para la Administración son importantes a la hora de planificar nuestras políticas; porque creo que es importante dar participación a las entidades sociales que son las que conocen de primera mano lo que más directamente le afecta a las personas». Parrado trasladó «el agradecimiento y el reconocimiento a la labor que está realizando Cáritas en Ourense con las personas más vulnerables», así como la disposición de la Xunta a «seguir colaborando», y destacó la importante infraestructura de servicios que la entidad tiene en funcionamiento en territorio ourensano.