«Cada mes nos llegan 30 casos nuevos de personas con problemas de adicción al alcohol»

Fina Ulloa
Fina Ulloa OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Gerardo Flórez es responsable de la unidad de alcoholismo, tabaquismo y juego patológico en el CHUO
Gerardo Flórez es responsable de la unidad de alcoholismo, tabaquismo y juego patológico en el CHUO Santi M. Amil

Desde la unidad de conductas adictivas del CHUO advierten de que la pandemia ha generado más abusos con la bebida pero también con otros hábitos perjudiciales como el juego online

23 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Gerardo Flórez Menéndez, director de la unidad de alcoholismo, tabaquismo y juego patológico, integrada en la unidad de conductas adictivas del CHUO ofrece este miércoles (19.30 horas) una charla en el colegio Luis Vives sobre detección y prevención de conductas adictivas. La cita está orientada a los padres y abierta al público en general.

—¿Por qué no se enfoca a los propios jóvenes?

—Este tipo de presentaciones en el público juvenil tienen muy poco efecto, básicamente porque los adolescentes se sienten muy invulnerables y ajenos al mensaje que les dé una persona adulta sobre este tema.

—¿Cuál es el objetivo de la charla?

—Sobre todo es insistir y sensibilizar a los padres sobre el problema que sigue suponiendo en nuestro medio la presencia y el consumo de sustancias adictivas; porque siempre pensamos que esto les pasa a otros pero no a nuestros hijos. Lo que se recomienda a los padres es que presten atención a las conductas de sus hijos cuando salen y cuando vuelven y que, además, den ejemplo moderando su propio consumo. Los estudios demuestran claramente que los niveles de consumo y las ideas sobre ese hábito que haya en la familia de origen tienen un papel importante en los jóvenes. Así que yo diría a los padres que deben que mantenerse atentos pero también predicar con el ejemplo.

—¿Han crecido mucho las adicciones en los últimos años?

—Es difícil de decir porque somos un servicio muy orientado a la población adulta y muy influenciado por las derivaciones dentro del sistema sanitario. En un momento dado, como puede ser ahora, en el que Atención Primaria tiene dificultades de derivación porque está saturada por el tema del covid, pues nosotros podemos recibir menos pacientes y parecer que el problema ha disminuido. Sin embargo, en la encuesta del Plan Nacional sobre Drogas los indicadores se mantienen. Lo que los datos nos dicen es que el consumo continua de una forma bastante constante y estable. Habrá que ver las consecuencias que ha tenido precisamente la pandemia del covid, pero si el consumo se mantiene es de esperar que también los problemas derivados.

—¿El covid y el aislamiento indujo más conductas adictivas?

—Han aumentado claramente los niveles de consumo de alcohol a nivel doméstico y posiblemente hayan aumentado, con el mayor uso de tecnologías, las apuestas online. De todos modos a nosotros no llegan todos los que deberían de llegar. Se calcula que un 10 % de la población adulta tiene problemas con el alcohol. Solo eso implicaría un número de pacientes mucho mayor del que tenemos, así que claramente no los estamos viendo a todos. Al mes estamos recibiendo 30 casos nuevos por problemas con el alcohol.

—Cada vez el consumo de sustancias adictivas comienza a edades más precoces. ¿Eso supone más complicaciones?

—Cuanto antes se inicia el consumo, mayor riesgo hay de que haya problemas relacionados con el mismo porque el cerebro está menos desarrollado y es más vulnerable a los efectos de las sustancias. Un objetivo importante para los padres y los educadores es estar pendientes de las señales de riesgo y entender que el problema, por desgracia, le puede suceder a cualquiera.

—¿Suben los pacientes por juego?

—Las cifras se mantienen pero, aunque seguimos viendo jugadores muy clásicos, los relacionados con el juego virtual van aumentando y se van incorporando poco a poco. Los indicadores y los estudios apuntan a que a la larga va a haber más problemas de juego patológico porque hay más jugadores que se inician precozmente, pero de momento en nuestro servicio las cifras se mantienen. El alcohol sigue siendo la demanda principal, que es una sustancia muy consumida en nuestro medio y nuestro tóxico cultural y ejerce una importante presión social. De hecho ya se vio el debate creado cuando se planteó colocar un etiquetado de advertencia como el del tabaco.

—¿Cree que debería etiquetarse el alcohol advirtiendo de los riesgos para la salud?

—Si seguimos estrictamente hablando, pero muy estrictamente hablando, de salud pública, ese etiquetado tendría sentido porque el etanol es un agente tóxico y de una forma dimensional: cuanto más consume, más riesgo hay y no hay un nivel que puedas decir que es de no riesgo. Obviamente si se consume alcohol moderadamente tiene menos posibilidades de padecer enfermedades relacionadas con esa sustancia que si consumes mucho, pero es lo mismo que pasa con el tabaco. El alcohol lleva mucho tiempo con nuestra sociedad y nos cuesta ver los problemas que ocasiona, pero genera mucha demanda de tratamientos derivados de las enfermedades que produce.

—¿Han descendido los casos de dependencia el tabaco?

—La nicotina es obviamente adictiva pero su tratamiento sanitario se distribuye de una forma un poco caótica a veces, entre distintas áreas como Primaria, neumología, nosotros, o cardiología. Eso hace que en nuestro caso la incidencia en el servicio sea menor que la del alcohol.

—¿Es cierto que hay personas genéticamente predispuesta a las adicciones?

—Este es un tema complicado. Podríamos decir que sí, pero no de una forma tan simple. Hay varias maneras de explicar esa tendencia genética. Una es la impulsividad, que tiene una carga genética bien demostrada y quien es más impulsivo tiende más a tomar decisiones impulsivas al consumir sustancias, por tanto sería un factor general de riesgo adictivo. Pero también hay factores individuales que tienen que ver con cada sustancia y que determinarían mayor o menor riesgo para ese elemento en particular, sea el alcohol o la cocaína, u otros. Y luego está el riesgo genético a padecer enfermedades mentales. Estos trastornos en general aumentan el riesgo de consumo y de adicción.