Denunciado un padre que enseñaba a conducir a su hija de diez años en un polígono industrial de Ourense

La Voz REDACCIÓN / OURENSE

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La Guardia Civil de Tráfico intensificó este lunes la vigilancia en la zona industrial de San Cibrao, donde se localizó a los infractores, por la huelga de transportistas
La Guardia Civil de Tráfico intensificó este lunes la vigilancia en la zona industrial de San Cibrao, donde se localizó a los infractores, por la huelga de transportistas MIGUEL VILLAR

La Guardia Civil localizó el lunes a tres adultos haciendo prácticas con sus hijos menores de edad por las calles de la zona empresarial

15 mar 2022 . Actualizado a las 12:30 h.

Los únicos lugares en los que se pueden hacer prácticas para aprender a conducir son las zonas habilitadas por las autoescuelas, sobre las que recae el trabajo de formar a nuevos conductores, pero hay padres que se quieren ahorrar gastos y que intentan aleccionar ellos mismos a sus descendientes, haciéndolo incluso a edades que parecen poco razonables.

Es lo que comprobaron el pasado lunes los agentes de la Guardia Civil de Tráfico que prestaban servicio en las inmediaciones del polígono industrial de San Cibrao das Viñas. Los integrantes de una patrulla, que esa mañana estaban pendientes de la circulación por la huelga de camioneros, observaron, circulando por una de las calles de la zona empresarial, un vehículo que iba pilotado por una persona joven que no demostraba destreza al volante, por lo que le dieron el alto. En el asiento del copiloto viajaba un adulto, que enseguida se identificó como su padre, y que explicó que le estaba enseñando a conducir a su hijo. Esto es algo que no está permitido, por lo que tras denunciar a uno y otro los agentes empezaron a cubrir la boleta de denuncia, pero resultó que pocos minutos después vieron llegar a otro coche en circunstancias similares. Media hora más tarde llegó al punto en el que se encontraban un tercer coche.

Finalmente resultaron denunciados tres adultos y tres menores de edad, pero lo más grave del caso es que una de las aprendices era una niña de solo 10 años que practicaba en un Renault Clio propiedad de su progenitor, que iba con ella. El tercer menor identificado tiene 13 años.

A todos los conductores se les ha denunciado por un delito contra la seguridad vial, en la modalidad de conducción sin permiso, si bien en el caso de los más jóvenes esto no tendrá repercusión legal puesto que son inimputables. Las consecuencias penales, además de las administrativas que puedan establecerse, las afrontarán los tres padres implicados en este asunto, a los que se considera cooperadores necesarios en un delito vial. 

Desde el subsector de Tráfico de la Guardia Civil se comunica a los conductores que desistan de hacer este tipo de prácticas, dado que los vehículos de los particulares no se encuentran adaptados para los aprendizajes. Advierten además que las autoescuelas son los únicos centros habilitados para el aprendizaje y formación de futuros conductores.