Las sanitarias Justi Rego y Juana Tallón se despidieron este viernes del CHUO con mucha emoción y repletas de sorpresas
12 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Las sanitarias del CHUO Juana Tallón, de Vilardevós, y Justi Rego, de Ourense, han trabajado juntas durante los últimos siete años en el área de exploraciones de Digestivo. La primera es técnico auxiliar y la segunda es enfermera. Las dos llevan más de cuarenta años en el hospital de Ourense. Nacieron el mismo día, el 9 de mayo de 1957 y lo descubrieron por casualidad. «Hablando del zodíaco, nos dimos cuenta de que las dos éramos tauro y así nos enteramos», dice Justi. Desde este viernes en sus calendarios hay una nueva fecha común: la que marca el día que se jubilaron. «Ha sido increíble. Nos hicieron una encerrona. Llegamos a primera hora de la mañana y la puerta de acceso a la sala de pruebas no iba. No podíamos hacer nada, yo estaba por tirarla abajo», cuenta Juana. «Y de repente se abrió y estaba todo el equipo aplaudiendo», continúa. Justi no pudo evitar emocionarse. Habían colgado un llamativo cartel naranja de «Se traspasa» en la sala en la que las dos han pasado las jornadas de trabajo de los últimos siete años. «Tenemos unas compañeras inmejorables, como personas y como profesionales, y que hagan esto por nosotras es precioso», apunta Justi, que afirma que no las perderán de vista tan fácilmente. Ambas aseguran que seguirán visitando el hospital con frecuencia para seguir cerca de las personas que le dan vida. Y todavía queda la fiesta de jubilación el 2 de abril.
Juana empezó a trabajar en el 76. «Estaba en la sexta planta y tenía las especialidades de gine, ojos y otorrino», recuerda. Estuvo en la inauguración del servicio de Reanimación y allí trabajó 25 años, se fue otros diez a Psiquiatría y en el 2012 pasó a Digestivo. Justi empezó su carrera en el hospital de As Lagoas y en abril del 79 entró a trabajar en el recién inaugurado Santa María Nai. Tras pasar por el laboratorio y estar muchos años en Medicina Interna, ahora llevaba veinte en Digestivo. «Me siento muy orgullosa de haber dejado una pequeña huella en este hospital y de haberlo visto crecer desde cero», afirma. Las dos mujeres mantienen su vocación intacta. «La decisión de estudiar Enfermería no pudo ser mejor. Fui muy feliz desde el primer día y siempre trabajé con muchísima ilusión», admite Justi. Juana piensa lo mismo: «Yo no tenía pensado ser auxiliar, pero desde el momento que empecé a estudiar supe que no quería hacer otra cosa».
Les tocó vivir la crisis del sida y después superaron una pandemia. «Se nos ha quedado mucha gente por el camino», recuerda Justi. Pero eso también forma parte de la vida. Ahora ella quiere dedicarse a vivir cada día y a disfrutar más que nunca de la playa. «Tengo una pequeña casita en la costa y es en dónde más me apetece estar», admite. Juana está deseando tener tiempo para salir a caminar cada día. «Y parar en el centro a tomar mi cafecito por las mañanas», confiesa. Quiere cuidar del huerto de su casa en Verín, viajar mucho y volver a hacer el Camino de Santiago. «Sería mi cuarta vez y esta vez quiero empezar en Francia», termina. Y lo que venga.