Dolores Fernández estrena la ronda de celebraciones de sus 106 años

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Dolores Fernández Seijas, con sus dos hijos y varios sobrinos, en el día de su 106 cumpleaños
Dolores Fernández Seijas, con sus dos hijos y varios sobrinos, en el día de su 106 cumpleaños Miguel Villar

La centenaria comió con sus hijos y dos sobrinos ourensanos en la primera celebración de cumpleaños de las varias que compartirá con más familiares

30 ene 2022 . Actualizado a las 14:23 h.

Si hay algo que marca a la familia de Dolores Fernández Seijas es el sentimiento de unidad. No importa los kilómetros que la vida haya querido interponer entre ellos, siempre encuentran la manera de hacerse presentes, especialmente cuando llega el 29 de enero. Es la fecha en la que ella nació, en Chantada, allá por1916. Sí. Son 106 años, ni más ni menos, los que acaba de cumplir la señora Lola, como la llaman en el barrio de Santa Teresita de la capital ourensana, donde reside desde la década de los 60 del pasado siglo y donde este sábado alguna vecina no podían resistirse a la tentación de darle un abrazo al verla salir por el portal para acudir a la comida de celebración de su cumpleaños. Hasta el párroco, don Aquilino Rodríguez, le hizo una pequeña reverencia, rodilla en tierra, como homenaje a su vitalidad. Y es que Dolores Fernández sigue siendo una mujer animada y activa que aún hoy cocina (dicen que sus arroces son exquisitos) y va a misa a diario, acompañada de su hija Marisa, con la que vive. Sigue plena de facultades mentales y mantiene un estado físico envidiable, aunque ha perdido audición y ella se queja de que ya no camina tan ligera como antes. «Cada vez tengo menos fuerzas para andar», lamenta. Pero no se echa atrás ante ningún plan. De hecho ha acogido con mucha ilusión el poder celebrar su cumpleaños en varias fases para poder disfrutar de nuevo de un día tan especial con sus familiares después de que el covid le haya impedido hacerlo el pasado año.

En el 2021 sopló las velas con su hija en su casa de Santa Teresita, pero este año será diferente. Aunque no habrá una celebración multitudinaria, como antes de que llegase la pandemia, sí que verá a la mayoría de su extensa familia porque han organizado varios encuentros con ese objetivo. Dolores tiene dos hijos (Marisa y Pablo) que le dieron otros tantos nietos y tres bisnietos, pero además cuenta con una treintena de sobrinos. Este sábado lo disfrutó en un restaurante de A Barrela acompañada de sus hijos y varios sobrinos que residen en Ourense, pero según cuentan ya está pensada otra cita con los de Vigo y otra en la que se reunirá con los de Lugo. Quizá el año próximo Dolores, que explica que no hay más secreto a su longevidad que «que Dios acompañe», vuelva a verlos a todos reunidos en un mismo lugar. De momento está más que contenta con esta fiesta por fases en la que va a escuchar el Cumpleaños Feliz y soplar las velas de la tarta varias veces.