Mirar hacia otro lado

Ruth Nóvoa de Manuel
Ruth Nóvoa DE REOJO

OURENSE CIUDAD

23 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Tratante. «Que trata. Persona que se dedica a comprar géneros para revenderlos». Dice la RAE. Del tráfico de personas hasta la semántica es cruel. Esta semana un grupo de enfermeras ourensanas se sentaron frente a la fiscal de Extranjería de Ourense para saber más de una realidad que nos pone los pelos de punta, pero hacia la que no nos gusta mucho mirar, por si acaso. Pero como se les explicó a las profesionales sanitarias, potenciales salvavidas de las mujeres que son tratadas como mercancía, cualquiera de nosotros podría ver casos (si se atreviese a mirar). El ejemplo de la persona que cada día pide limosna en una calle de la ciudad, vigilada, y a la que recoge siempre el mismo buen coche ya es una pista de algo que marcha mal, aunque prefiramos no fijarnos porque no nos gusta vivir en un mundo que es así.

En realidad, ahora, uno tiene la sensación de que a veces es mejor no decir nada. ¿No le ha pasado ver a algunos chavales por la calle, rompiendo algo por ejemplo, y prescindir de decirles nada por miedo? ¿O a un chico hablando mal a su chica y quedarse mirando, como para ofrecerle una alternativa a ella, pero sin atreverse a más? ¿Cuántas noticias hemos leído sobre lo mal parada que acabó una persona que decidió intervenir para mediar en algún suceso?

La duda es ¿somos cobardes?, ¿nos hemos hecho cobardes?, ¿nos han hecho cobardes?, ¿cuándo nos estamos metiendo donde no nos llaman?, ¿cuándo es cosa nuestra?, ¿cuándo hay que pensar que merece la pena mirar de frente?

Mientras tanto, por eso de mantener la esperanza, quiero creer a la fiscal: «Si la gente supiera lo que hay en un club de alterne, que hay personas sobre las que se ejerce la esclavitud, igual no iría».