«Si la gente estuviera concienciada de lo que hay en un club de alterne, igual no iría»

m. rodríguez OURENSE

OURENSE CIUDAD

XOAN CARLOS GIL

La fiscala de Extranjería de Ourense forma a enfermeras para detectar posibles casos de trata de seres humanos

21 ene 2022 . Actualizado a las 21:53 h.

La trata de seres humanos es un delito difícil de combatir. Las víctimas son personas vulnerables que se muestran desconfiadas por temor a sufrir represalias —ellas y sus familias— si se atreven a contar la explotación que sufren. Pero hay canales que pueden ayudar a detectar estas prácticas. Por ejemplo, el medio sanitario y, concretamente, la enfermería; allí las profesionales tienen un trato directo y más continuado con los pacientes.

En la Fiscalía se dieron cuenta de que las enfermeras podían tener un papel importante para detectar a las víctimas de este delito. Y en Ourense decidieron realizar una formación para este colectivo, que se ha estado impartiendo en el Colegio de Enfermería esta pasada semana.

Cualquiera podría ver en realidad esta esclavitud moderna, si se atiende a detalles sospechosos, como puede ser ver a alguien que está pidiendo ante un establecimiento y a quien recogen siempre en un coche de alta gama. «Cualquier persona puede detectarlo, pero intentamos formar a los grupos profesionales para que puedan distinguir los indicadores de este tipo de delitos. Cuando acuden a los servicios de enfermería, estas víctimas a veces van con gente que ejerce control sobre ellas; son personas que tienen miedo, por si les hacen algo a sus familias en sus países de origen o a ellas mismas al volver al club de alterne; hay que ganarse su confianza, porque suelen ser desconfiadas, y ven a su tratante como su protector», explica la fiscala Pilar Manso, especializada en el área de extranjería de la Fiscalía de Ourense, que ha impartido esta formación.

Pilar Manso, de la Fiscalía de Ourense, impartió un curso en el Colegio de Enfermería
Pilar Manso, de la Fiscalía de Ourense, impartió un curso en el Colegio de Enfermería Miguel Villar

La fiscala destaca que hay indicadores que apuntan que la persona puede estar siendo explotada. Pueden ser señales verbales o no verbales, físicas o psíquicas. «Formar a los profesionales es el primer paso, y es un paso importante que ha dado el colegio de enfermería», indica. Manso encontró que las asistentes a estas primeras jornadas de formación se mostraron muy interesadas y participativas. Las participantes recordaron cómo se evolucionó en la gestión de los casos de violencia machista, en aprender a preguntar a las mujeres si había algo más allá de las respuestas evasivas que daban sobre las lesiones con las que llegaban al servicio asistencial.

«Si la gente estuviera concienciada, si supiera lo que hay en un club de alterne, que hay personas sobre las que se ejerce la esclavitud, igual no iría; quizás no desaparecería la trata, pero disminuiría», observa esta profesional. Las enfermeras que realizan el curso creen efectivamente que pueden ayudar, pues las víctimas pueden necesitar acudir a servicios de urgencias o a  atención primaria, a especialistas en ginecología y obstetricia o a pediatría.

Raquel Pérez, enfermera con más de 25 años de servicio, nunca había tenido formación sobre este tema. «É un problema social que ten consecuencias de saúde pública e considero que as enfermeiras podemos facer moito. Falta un protocolo, haino para violencia de xénero ou maltrato infantil pero parece que estas vítimas non existen». La fiscala les apuntó que están trabajando con la Consellería de Sanidade en esa guía para los profesionales sanitarios.