El café Cátedra revive en la calle Ervedelo

Marta Vázquez Fernández
Marta Vázquez OURENSE

OURENSE CIUDAD

Santi M. Amil

Celso Osorio se ha hecho cargo del negocio, que lleva tiempo cerrado, apostando por un servicio cercano y «un buen café»

15 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Los bares y cafés hacen comunidad y en el barrio de O Couto de la capital ourensana hay muchos recuerdos relacionados con el café Cátedra. Abierto al público hace varias décadas en la calle Ervedelo, el local ha sido punto de encuentro de muchos clientes, gran parte de ellos vecinos de la zona que acudían desde jóvenes. Celso Antonio Osorio Díaz recuerda haber sido uno de aquellos adolescentes que desde su casa en la calle Remedios, pasaba a menudo por el bar con sus amigos. Luego hubo que poner tierra de por medio. La necesidad de buscar salidas laborales lo llevó a marcharse a Cataluña, donde pasó veinticinco años trabajando en hoteles y llegando incluso a ser director de uno de ellos. Ahora, de vuelta a su ciudad natal, ha decidido darle una nueva vida a aquel bonito café con sofás y vistas al Barbaña, que llevaba ya tiempo cerrado víctima de la incertidumbre que afronta el sector de la hostelería en estos tiempos. «Yo quería abrir un negocio de hostelería, eso lo tenía claro», asegura Celso, que nada más volver se puso a buscar. «Estuve mirando varios locales por la zona y al final me decidí por este», cuenta. Apenas veinte días después de abrir al público tras un lavado de cara que le ha dado un nuevo brillo al acogedor espacio, está contento con la decisión. «Abrimos a las siete de la mañana y estamos hasta las diez u once de la noche, con una oferta para nuestros clientes en la que, sobre todo, queremos dar un buen café y ofrecer un local agradable para tomar también un refresco, un pincho o un bocadillo», explica el profesional. «Dicen que por esta calle pasan cuatro mil personas cada día, yo creo que hace años eran muchas más», recuerda el profesional sobre una zona que, a su regreso de la emigración, ha encontrado «muy cambiada». Aún así, la calle Ervedelo es la vía natural de comunicación entre el barrio de O Couto y el centro de la ciudad y eso es un punto a favor. «Hacerme cargo de este local tiene también una parte sentimental; para mí es como empezar una nueva etapa de mi vida, me pareció que era una idea excelente, aunque igual resulta que me estrello», bromea Celso. Seguro que sus buenos presagios se cumplen.