Jorge Martínez se mudó de un local subterráneo al actual, situado en el puente Romano y con vistas al río Miño
18 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.
Su nombre es un juego de palabras con la capilla más importante y conocida del Vaticano. Pero en Ourense la Sixtina es una tapería. Abrió en el 2016 en un pequeño local subterráneo situado en una de las calles que rodea el parque de San Lázaro y hace un año su dueño decidió apostar por un gran cambio. Se mudó a un local mucho más grande y exterior en un extremo del puente Romano. «Estamos encantados, aquí hay muchísima luz, y la verdad es que los vecinos nos han acogido con los brazos abiertos», dice Jorge Martínez, ourensano al frente del negocio. Y lo tiene claro: «Nuestra intención es conseguir que la gente que venga, repita con nosotros». Jorge admite que cayó en la hostelería de rebote, un poco por casualidad. «Empecé como empleado en un bar y luego me lancé a abrir mi propia tapería en Vigo. Después de esa llegó la Tapería Sixtina en Ourense, mi ciudad natal, y aquí ya me quedé, involucrado de lleno en esta aventura», afirma.
Los puntos fuertes de este establecimiento situado en A Ponte son la comida casera, las raciones amplias y el buen trato con el cliente. «Todo a precios populares. Apostamos por la cocina de toda la vida, comida muy tradicional con el sabor de casa, de siempre», explica Jorge. Hacen guisos, potajes, ensaladas... pero es posible que el plato que más sale de la cocina de la Tapería Sixtina es el de sus albóndigas. Abren desde las nueve y media de la mañana hasta medianoche. Por eso no solo es posible disfrutar de un buen menú del día en este local ourensano, también tienen desayunos y todo tipo de bebidas para cada momento del día. Y lo mejor: la enorme terraza con vistas al río Miño.