Ralph Lauren gana un pleito contra el antiguo imán de Xinzo por 400 polos falsos

Marta Vázquez Fernández
M. Vázquez OURENSE

OURENSE CIUDAD

El antiguo imán de Xinzo no se personó en el juicio celebrado en su contra el pasado mes de octubre en Ourense
El antiguo imán de Xinzo no se personó en el juicio celebrado en su contra el pasado mes de octubre en Ourense M. FERNÁNDEZ

El líder de la comunidad musulmana, que ahora vive en Marruecos, tendrá que pagar a la marca americana nueve mil euros

12 nov 2021 . Actualizado a las 12:58 h.

El antiguo líder de la comunidad musulmana de Xinzo de Limia tendrá que indemnizar con casi diez mil euros a la textil estadounidense Ralph Lauren por tener en su poder 400 polos de su marca destinados a la venta en ferias. Así lo ha acordado la magistrada del Juzgado Penal dos de la capital ourensana, que condena al imán no solo a pagar 9.200 euros a la marca, sino también a cumplir una pena de seis meses de cárcel y abonar a la justicia una multa de 1.800 euros, como responsable de un delito contra la propiedad industrial.

Todo como resultado de una operación de la Guardia Civil que se desarrolló en la madrugada del 27 de febrero del año 2015. Esa noche los agentes dieron el alto a Mohamed N. en las inmediaciones de Xinzo de Limia, cuando circulaba al volante de una furgoneta. Llevaba un auténtico cargamento de ropa integrado por 400 polos de Ralph Lauren, otos 400 de Lacoste, 341 chándales de Adidas y 50 pantalones de esa misma marca. Todo falso.

Se sospecha que las prendas se habían fabricado en Portugal y que el líder de la comunidad religiosa limiana contaba con un socio en ese país para suministrárselas, pero este extremo no ha quedado probado. Ese presunto compinche, también juzgado en esta causa, ha sido exonerado. 

De lo que no tiene dudas la jueza es de que Mohamed N., que no se personó en el juicio, sabía perfectamente qué tipo de productos transportaba. Pese a que su abogada aseguró que era «un mero transportista», la magistrada entiende que «no puede alegar ser desconocedor del carácter falsificado de las prendas puesto que algunas venían en fardos abiertos». No solo eso, sino que además la factura de compra presentada por el abogado del propio imán, en la que se demuestra que pagó una escasa cantidad de dinero por los artículos, es a juicio de la togada evidencia de que sabía del origen ilícito del cargamento. «No se concibe que uno se preste a transportar objetos ajenos a cambio de 50 euros, desconociendo totalmente de qué se trata, y de madrugada, en un marco de clandestinidad», advierte la magistrada Susana Pazos, que también tiene en cuenta que a Mohamed N. ya se le había vinculado en anteriores ocasiones con la distribución de ropa falsa.

Aclarado esto, la togada también da por buenas las teorías de las acusaciones cuando aseguraron que se trataba de falsificaciones que creaban confusión entre los consumidores, por lo bien confeccionadas que estaban. De ello habían dado cuenta en el juicio los peritos de las marcas, especialmente el de Ralph Lauren, que detalló que el popular caballo que llevan bordado sus polos «era muy parecido al auténtico» en las prendas objeto de este caso.

AsÍ las cosas, queda probado que se produjo un delito contra la propiedad industrial que perjudicó a las tres marcas afectadas, pero solo una de ellas tendrá derecho a indemnización por haber sido también la única que, junto a la Fiscalía de Ourense, se personó en las actuaciones. Se trata de Ralph Lauren, a la que le corresponden 9.207 euros, una cantidad que vendría a coincidir con los beneficios que podría haber obtenido el acusado con la venta de los 400 polos. Por cierto, la magistrada ordena también la destrucción de todos los bienes incautados aquella noche. 

Al antiguo imán, que aún puede recurrir esta sentencia ante la Audiencia provincial de Ourense, le queda pendiente rendir cuentas ante los tribunales por otra operación contra la venta de ropa falsa desarrollada a nivel nacional en el año 2013. Marcas de lujo como Louis Vuitton, Burberry, Emporio Armani, Gucci, Lacoste o Nike se han personado en el caso como acusación particular, solicitando penas de hasta diez años de cárcel para más de una decena de acusados entre los que figura, como presunto cabecilla de la trama, Mohamed N.