Pablo Sanmartín: «No todos los negocios del pequeño comercio necesitan una tienda en línea»

rubén nóvoa OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

MIGUEL VILLAR

El empresario ourensano apuesta por la transformación digital real de las empresas

25 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Pablo Sanmartín (Ourense, 1983) siempre fue más de ciencias que de letras. Lo suyo era desde joven destripar ordenadores. Apostó por la Formación Profesional en un momento en el que todavía no estaba bien vista. Hizo un ciclo superior de informática y pronto tuvo claro que quería emprender. Fruto de su experiencia laboral nació hace tres años su proyecto de negocio DixitalGou, que montó junto a un familiar. Para resumir lo que ofrecen, Pablo repite un mantra: transformación digital real de las empresas. Uno de sus principales retos es acompañar al pequeño comercio en ese recorrido tecnológico. Su labor fue reconocida por AJE en el 2020 con el premio a la mejor iniciativa emprendedora.

—¿Qué hace diferente vuestra oferta?

—Nosotros lo que le explicamos a nuestros clientes es que nosotros no ofrecemos productos ni servicios, ofrecemos soluciones. Eso implica involucrarse en el proyecto de nuestros clientes y hacer que sus objetivos sean los nuestros. Ese es el único camino que conocemos. Ayudamos a las empresas en su transformación digital real y lo hacemos desde dos puntos. Por un lado, el del mantenimiento de productos informáticos, instalación de servidores, redes corporativas, etcétera. La otra pata del negocio es lo que tiene que ver con la presencia en Internet de una marca, desde páginas web a tiendas en línea. En todas las campañas que realizamos tenemos claro que la persona tiene que estar en el centro de cualquier estrategia, porque eso es lo que marca la diferencia. La transformación digital bien entendida no viene a sustituir a personas en las empresas o en los comercios, sino a sumar.

—¿Cuesta mucho convencer al empresario de la necesidad de transformarse digitalmente?

—La pandemia nos ha ayudado, porque la sociedad ha tenido que digitalizarse casi de la noche a la mañana. De hecho, puede decirse que este proceso ha avanzado cinco años de golpe. Sí que es verdad que cuando fue la pandemia notamos que, sobre todo, el comercio local venía a nosotros y nos pedía que le montáramos una tienda en línea. Y nosotros siempre le decimos a los clientes que no todo el mundo necesita una tienda en línea. Hoy en día las opciones son bicanal y la gente puede ver algo en Internet y comprarlo en el comercio local o al revés. El comercio local tiene que entender que los negocios a pie de calle son su principal vía de financiación tiene que seguir siendo que la gente entre en la tienda de forma física. El canal digital tiene que ser un añadido en la mayoría de los casos y nunca un sustituto. Durante la pandemia hemos ayudado a muchos negocios a vender en línea sin tener una plataforma. Simplemente con un número de WhatsApp y con pagos por Visa.

—¿Dónde debe estar el equilibrio para el pequeño comercio ourensano de cara al futuro que se presenta tras el covid?

—El pequeño comercio tiene que mentalizarse que no puede competir contra las grandes compañías de comercio electrónico como Amazon o Google. En cuanto a adaptación de nuevas tecnologías y llegar al cliente final siempre le van a ganar. Pero, qué tiene el pequeño comercio que no tienen esos gigantes, lo que tienen es la confianza del cliente, esa personalización porque lo han tratado toda la vida. Eso es lo que tienen que explotar, pero eso no quiere decir que no puedan tener su tienda en línea, que no puedan tener su catálogo o mandar a sus clientes sus productos a casa. Tienen que atraerlo al negocio para realizar la venta para ejecutarla como toda la vida. Para eso necesitan un plan y un socio tecnológico que les acompañe en esta transformación digital con el apellido de real.

«Los primeros días tras confinarnos por el covid-19 fueron una locura»

El confinamiento por el covid-19 fue una prueba de estrés para la compañía ourensana. Pablo Sanmartín recuerda el ajetreo de los primeros días.

—¿Cómo fue el confinamiento para una empresa que ofrece soluciones digitales?

—En veinte años de profesión nunca vi una situación similar. El primer fin de semana estuve colgado al teléfono con los clientes para buscarles una solución. La mayoría era gente que nunca se había visto en la obligación de crear servicios para trabajar en la nube o desde casa. Fue una locura, porque forzó a muchas empresas a realizar ese proceso de transformación digital sin ningún tipo de plan pausado, que es lo que siempre recomendamos.

—¿En Ourense los negocios están igual de digitalizados que en otras ciudades?

—Tenemos clientes en toda Galicia y en Madrid y sí que vemos diferencias. Históricamente, Ourense siempre se ha movido dos peldaños por detrás con otras ciudades gallegas. Ourense ha despertado un poco antes de la pandemia, dos o tres años, y se ha dado cuenta del potencial que tienen estas nuevas tecnologías. Siempre dije que el problema tenía que ver con el relevo generacional del tejido empresarial. La gente que tomaba las decisiones tenía una edad y eso les cogía muy lejos o en un momento que no podían adaptarse.

DNI

Quién es. Pablo Sanmartín nació en Ourense en el año 1983 y se formó en el mundo de la informática y las nuevas tecnologías.

A qué se dedica. Desde hace tres años está al frente de la empresa DixitalGou, ubicada en el barrio de A Ponte.