Un hombre acusado de robar material informático de una empresa ourensana alega que creyó que eran regalos

Marta Vázquez Fernández
M. Vázquez OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Santi M. Amil

La dueña de la sociedad niega cualquier donación y acusa a su antiguo empleado de haberle quitado a varios clientes

22 oct 2021 . Actualizado a las 00:00 h.

En el banquillo de los acusados de la Audiencia provincial de Ourense se sentó este jueves Mariano M. V., un desarrollador informático al que se acusa de haberse quedado con material de una empresa ourensana para la que prestó servicios y a la que, según se cree también, habría robado clientes utilizando métodos ilícitos. Se retrotraen los hechos al mes de marzo del 2019, cuando el acusado decidió dejar de colaborar con la empresa. La administradora de la firma le envió varios correos electrónicos en los que le reclamaba que devolviera tarjetas de memoria, un ordenador y un teléfono móvil, entre otros dispositivos, si bien el acusado nunca los llegó a entregar. A mayores, tras irse el investigado de su empresa la administradora descubrió que no podía acceder a los datos de sus clientes, descubriendo poco después que había perdido toda esa información. Responsabiliza de ello al acusado, que posteriormente prestó servicios para varios de esos particulares.

«Jamás me dijo que tuviera que devolver el material», alegó el acusado durante su declaración, visiblemente alterado y reconociendo estar «dolido» por haber sido denunciado por la que otrora fuera su colaboradora. Aseguró que se conocieron cuando ella tuvo un problema con una auditoría y que tanto el móvil como el ordenador que le envió los consideró un regalo «por haberla sacado de un marrón». Negó, asimismo, haberle robado los clientes a la sociedad como también haber intentado causarle algún daño, admitiendo eso sí que dio servicios, ya con su propia empresa, a varios de los clientes de su puesto anterior «porque ellos me llamaron y nada me lo impedía».

Pero la versión de la otra parte fue totalmente distinta. La mujer que contrató al informático, que está personada en el caso como acusación particular, negó la tesis de la donación. «Yo nunca le dije que fuera un regalo, y además yo no voy por ahí dando esas cosas que valen dinero, él tenía que devolverlo», insistió. Contó además que tras informarle el acusado de que se marchaba, descubrió que no podía acceder a las bases de datos a las que solo tenían acceso el inculpado y ella, lo que le impidió contactar con sus clientes durante dos días. «Nos quedamos sin herramientas de trabajo y algunos de nuestros clientes siguieron luego con Mariano», afirmó.

La Fiscalía de Ourense pide para el acusado 18 meses de cárcel por apropiación indebida y estafa, si bien la acusación particular eleva esa petición hasta los siete años de reclusión, con inhabilitación para trabajar como informático.