Los «busitos» de Jácome

Miguel Ascón Belver
Miguel Ascón A LA CAÍDA

OURENSE CIUDAD

09 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El pleno que esta semana celebró el Concello de Ourense rechazó por tercera vez el cambio de uso del solar de la vieja estación de autobuses para que pueda acoger la residencia de ancianos prometida por la Fundación Amancio Ortega a la ciudad. El bloqueo político frena una donación que supone una inversión de 12 millones de euros y que tendría como resultado la construcción de un geriátrico de 120 plazas que, además, generaría un centenar de puestos de trabajo. Es difícil de explicar que esto pueda ocurrir, pero así es como funciona la política en Ourense desde hace ya bastante tiempo. Dadas las circunstancias, son comprensibles los temores de los vecinos del entorno de la vieja estación de buses. La Xunta, que lleva desde el año 2016 con el proyecto de la residencia de ancianos a vueltas, tiene ahora prisa para no dejar escapar la oportunidad de que esa inversión la ejecute la Fundación a coste cero para el erario público. Si, efectivamente, el gobierno autonómico decide cambiar la ubicación del geriátrico, será otro fracaso de los políticos de la ciudad, pero los principales damnificados serán los vecinos de la zona. Los mismos que llevan años reivindicando mejoras y que pensaban que la residencia era una oportunidad para ver por fin cómo sus necesidades eran atendidas. El alcalde -que no ha ido allí a escucharlos, tal y como denuncian- anda entretenido con sus vídeos virales sobre «busitos». Pero esa ocurrencia lo que ha conseguido es cabrear más a los vecinos, que temen perder el servicio que ahora tienen. Y avisan: «Si esto queda a monte, que luego no vengan por aquí a pedir el voto».