El bar Regadas, ahora con el hijo de los fundadores al mando, mantiene su esencia sin renunciar a los nuevos gustos de los clientes
18 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.En el número 10 de la Rúa de Ribadavia de O Carballiño se ubica desde el año 1981 el bar Regadas, un clásico que nació como un bar de vinos y que ahora se adapta a los nuevos tiempos y gustos del cliente de la mano de Rubén Lorenzo, hijo de los fundadores. Buen conocedor del negocio, este hostelero afronta ahora una nueva etapa con la intención de apostar por la vertiente gastronómica del local, introduciendo nuevos platos pero sin perder su esencia, la de aquellos primeros años en los que los clientes acudían a probar los vinos jóvenes de la comarca. «Seguimos conservando as cuncas e as xerras, e seguimos tendo os viños de colleita; a xente gústalle que manteñamos iso, que sigamos co esa tradición, aínda que agora veñen sobre todo comer», explica el hostelero, que desde que se ha hecho cargo del negocio le ha dado una vuelta a la cocina, conservando también algunos clásicos. No faltan el lacón asado, la oreja o el queso del país, pero ahora en el bar Regadas triunfan las croquetas y los huevos rotos. De cara al futuro y tras el parón del covid, la idea es darle una vuelta también al local. «Queremos facer unha reforma para que a xente estea máis cómoda, pero sen perder o encanto de sempre do local». Aquí tradición y renovación, van de la mano.