La Escola Universitaria de Enfermaría de Ourense vuelve a llenar todas las plazas del primer curso

Fina Ulloa
fina Ulloa OURENSE / LA VOZ

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María, Ico y Leire
María, Ico y Leire F. Ulloa

El curso seguirá alternando clases presenciales y telemáticas

11 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

María Taboada, Leire Cano e Ico Tejera escuchaban ayer con atención, junto con otro medio centenar de alumnos, las indicaciones necesarias para arrancar con su formación universitaria. Ellas han elegido una especialidad sanitaria que, desde que arrancó la pandemia, parece haberse hecho más visible y ha pasado a ocupar un plano preferente en la actualidad: la enfermería. El covid, que ha supuesto un importante desgaste físico y mental para las que ya estaban en ejercicio, ha reportado también un gratificante reconocimiento social a la profesión. «El nuestro es un campo de conocimiento imprescindible dentro de las ciencias de la salud. A lo largo de la historia, pero sobre todo en tiempos de riesgos e incertidumbre, nuestra labor se hace más evidente y fundamental, si cabe», decía la directora de la Escola Universitaria de Enfermaría de Ourense, Milagros Fernández.

María, Leire e Ico reconocían que el papel desempeñado estos dos años por quienes ejercen la profesión les ha animado más, si cabe, a tomar ese camino; pero matizan que su decisión era anterior a la pandemia. Tienen claro que lo suyo no responde a una moda coyuntural. «Es vocacional. Esto es lo que he querido hacer desde siempre», resumía María, que apostaba a que el resto de los alumnos de este primer año sentían lo mismo.

Eso sí, tanto ella como sus compañeros van a tener que adaptarse a un sistema formativo que seguirá influenciado por las restricciones de aforo para la prevención de contagios. Los estudiantes intentaban seguir ayer en el CHUO las explicaciones sobre un esquema que no parece sencillo. Aunque este año habrá menos grupos, porque podrán dividirse en equipos más amplios que en el ejercicio pasado, sigue siendo necesario un complejo sistema que alterna aulas, asignaturas y horarios entre los distintos grupos en un cuadrante en el que van a convivir las clases presenciales y online.

Esta escuela universitaria arranca al límite de la capacidad autorizada para el primer curso, con 56 estudiantes, a pesar de exigir la nota de ingreso más alta de su historia. Eso no ha sido problema para María, Leire e Ico, que además comparten la singularidad de llegar desde fuera de la comunidad gallega. María viene desde el País Vasco y ha elegido Ourense por que aquí tiene raíces familiares. Leire, que es de Zamora, no tiene ningún nexo con el territorio ourensano. «Me cogieron y lo que pensé es que era una oportunidad de empezar en un lugar nuevo. Mis padres están contentos por mí, porque saben que es lo que quiero hacer; aunque obviamente con algo de miedo porque es la primera vez que me voy tan lejos de casa», cuenta.

Pero la que tendrá que recorrer más distancia para ver a los suyos es Ico. «Entré en Cataluña pero como la mitad de la formación era en catalán, me decidí por Ourense» explica esta canaria que confiesa que se sorprendió al llegar a la ciudad de As Burgas. «Me decían que era un pueblo, pero para mí un pueblo son veinte casas. Esto es una ciudad y de hecho me he perdido varias veces», comentaba.