Mi banco actúa sin sonrojarse

Cartas al director
Cartas al director CARTAS AL DIRECTOR

OURENSE CIUDAD

ADRIÁN BAÚLDE

08 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Cierran la oficina de Ourense y me derivan a A Coruña

Acabo de recibir la atenta comunicación del director de mi oficina bancaria vía mail en la que se me comunicaba el cierre de la sucursal en Ourense y que mi cuenta se trasladaba a A Coruña. Me dicen que pronto me invitarían a un café en la nueva oficina de Juan Vega y que seguiría teniendo mi gestor personal que me acompañaría día a día. Como mi contestación por la misma vía es delivery failed quiero darle contestación de agradecimiento por este «recto conducto» para que llegue a su «preciso destino» sin más demora. Y así le digo: Gracias, mi apreciado director, por ese café dulcemente envenenado. Solamente quisiera saber a qué hora y en qué cafetería me será servido. Cuándo me enviarán el billete de tren para acudir solícito a A Coruña. Quisiera comunicarles que tengan en cuenta que solo viajo en primera preferente y así mismo informarles de que les ruego dispongan de taxi/limusina a la puerta de la estación coruñesa para trasladarme con la celeridad necesaria para que no pierda su preciado tiempo el atento invitador del tan esperado café y también para que este café no pierda sus exquisitos aromas al enfriarse. Tengan en cuenta, por último, que dados mis placeres culinarios suelo acompañarlo de un trocito de pastel inglés. No se preocupen de mi regreso. Después de tan atenta invitación y con la ayuda del gestor-navegador que tan cortésmente me facilitan y que, como me comentan, me acompañará día a día, lo haremos ambos caminando en animada tertulia hasta esta ciudad de Ourense. Atentamente su cateto cliente. Juan Ramón Álvarez Blanco. Ourense.

 

  Fármacos poco legibles 

Los responsables de la presentación de los fármacos tienen a veces muy poca vista comercial, o humanitaria, o ambos defectos a la vez. Así perjudican la salud de millones de personas. No se trata «solo» del contenido de los folletos de los medicamentos que, en sus partes esenciales, deberían tener un tamaño mayor; también en las mismas pastillas o similares, incluso cuando hay espacio, se indica su nombre con letra tan pequeña que resulta ilegible o lleva a confusiones a gran parte de la población ya sea por su defectuosa visión, por la oscuridad del lugar o su semejanza con otro medicamento. ¿Tan difícil sería remediar esa importante pequeñez con más sentido común y la normal vigilancia de las autoridades sanitarias? José Llano Díaz. MAdrid.

 Jesús Vázquez se merecía algo más

El pasado sábado nos desayunábamos con la noticia de la dimisión de Jesús Vázquez de todos sus cargos políticos. No es habitual, y últimamente no recuerdo un hecho semejante. Uno se alegra de que aún quede gente con principios, ética y responsabilidad. En este caso se trata de un político del Partido Popular, pero las mismas loas serían aplicadas a otro político perteneciente a cualquier partido. No, no todos son iguales. Y me vino a la cabeza aquel dicho de : Todavía hay clases. Solo conozco a Jesús Vázquez a través de su trayectoria política en la que comenzó en el 2008 como diputado al Congreso por la provincia de Ourense. A partir de ahí, es un ejemplo de lealtad a su partido, haciendo lo que vulgarmente llamamos de comodín. Pasando de un puesto a otro según conveniencia de la jerarquía. En cada uno de los cargos que ostentó, habría luces y sombras, aunque las primeras, abundaran más. Lo que está fuera de toda duda es que la transparencia, seriedad y honradez estuvieron siempre presentes. Desde aquel 2008 pasaron 13 años y defendió los cargos de: diputado, conselleiro, alcalde, senador, concejal y presidente del PP de Ourense. Paradójicamente la causa de su dimisión y abandono de la política se produce siendo concejal de Ourense. En esta ocasión se rompió la baraja y no aceptó ser comodín por enésima vez. Se negó a formar gobierno nuevamente con el señor Jácome como alcalde. Nunca le gustó aquella jugada o cambalache o indecencia política de cambiar una alcaldía por una diputación. Máxime no comulgando con los postulados de los cabezas visibles de ambas instituciones. Deja también su puesto de senador, demostrando que tampoco es un aprovechado ni un vividor. Considero que se merecía otras palabras y acciones de despedida por parte de su partido. El propio Feijoo, que gozó de su lealtad, solo le dedicó una frase de manual. Aquello de: Perdemos un gran político pero recuperamos un profesor comprometido con la educación pública gallega. ¿No merecía algo más el señor Vázquez ? Vicente Fernández Iglesias. O Vicedo.