Las rotondas de la ciudad registraron 78 accidentes en lo que va de año

Fina Ulloa
Fina Ulloa OURENSE / LA VOZ

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Una de las rotondas del casco urbano de la capital ourensana
Una de las rotondas del casco urbano de la capital ourensana BRAIS LOUREDA

La glorieta de Curros Enríquez es la más conflictiva, con 72 siniestros desde el 2019

20 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Las rotondas siguen siendo un elemento de estructuración vial especialmente conflictivo en la ciudad de Ourense. En el primer semestre de este año se han producido 78 siniestros repartidos en 21 de las glorietas de la capital. La cifra es ligeramente superior al mismo período del 2020, cuando se registraron 62; pero cabe tener en cuenta que durante varios meses de esa primera mitad del pasado año la movilidad ciudadana quedó reducida al mínimo por la declaración del Estado de Alarma. De hecho, en el segundo semestre del 2020 se contabilizaron 94 siniestros en las rotondas de la ciudad de As Burgas, lo que elevó la cifra anual a 156.

Pese a todo, el incremento de la siniestralidad que se percibe en lo que va de este año, queda aún lejos de las cifras prepandémicas. El 2019 se cerró con 231 accidentes en estos espacios. Una cifra que, echando mano de datos históricos, no refleja que los ourensanos mejoren en su habilidad para circular por las glorietas. De hecho en 2015 solo se habían producido 189, y el año anterior 209.

Los datos reflejan también que hay glorietas especialmente conflictivas. De las 29 que han registrado algún percance en los últimos tres años, la de Curros Enríquez se lleva la palma con 72. Le siguen la rotonda que enlaza la N-525 con Basilio Álvarez, que suma 53 siniestros; y la ubicada en la propia calle Basilio Álvarez, que registró 45. Completan la lista de las diez más problemáticas, la Nexus (42), la de Pardo de Cela (30), las de Ervedelo y Afiador (29, cada una), la de Emilia Pardo Bazán (23), Otero Pedrayo con Villamil (17) y la de A Valenzá (16.).

«No es que la gente no sepa; lo que hay es desidia a la hora de cumplir las normas»

¿Quién tiene la culpa de que se produzcan tantos siniestros en las rotondas? ¿Es tan difícil entender su funcionamiento o no enseñan bien en las autoescuelas? Fernando Varela, presidente de la Asociación de Autoescuelas de Ourense, cree que, aunque pueden influir varios factores, el principal es la actitud del conductor. «Estoy convencido de que todos los monitores presta una atención especial a las rotondas, porque es un lugar conflictivo; tanto por los accidentes, como porque es una zona donde se suele suspender por no ceder el paso», explica.

Para Varela, el problema no está tampoco en la falta de capacidad de la gente para entender cómo debe circular por estos elementos viarios. «Personalmente creo que lo que hay es una desidia a la hora de cumplir las normas, por parte del conductor, en la que influyen las prisas pero también el hecho de que, debido a la velocidad a la que se circula, la mayoría de las veces el incumplimiento no tiene consecuencias», señala el presidente de las autoescuelas ourensanas.

Relata que las maniobras mal realizadas en las rotondas «generalmente no tienen una repercusión negativa, y psicológicamente el comportamiento del conductor se va adaptando a que si no le pasa nada, puede seguir incumpliendo».

Se refiere a los acelerones al incorporarse para ganar la posición al que ya va por la rotonda, o a pasar al carril interno sin señalizarlo para intentar atajar y regresar luego para salir al exterior sin fijarse en si hay vehículos que viene por él y tienen preferencia. Son dos de los motivos más frecuentes de colisiones, si al conductor del vehículo que circula correctamente no le da tiempo a frenar para dejar hueco al infractor; o si, precisamente por ese frenazo, acaba siendo alcanzado por otro que circule detrás y no se espere la maniobra.

«Los comportamientos negativos si no tienen una repercusión, tienden a consolidarse. El ser humano es así; nos vamos abandonando y echando al monte».

Eso no implica que no haya rotondas cuyo diseño las convierte en más problemáticas. «Aquí pasa con la que está en la N-120, a la altura del antiguo matadero. La de los arquitos. Incumple una cuestión básica que es que las rotondas no deben tener más carriles de entrada de los que tienen en el interior y aquí convergen cuatro, pero la glorieta solo tiene dos», explica Fernando Varela.

El gobierno local estudia retomar el proyecto de las turborrotondas

En 2017, Democracia Ourensana planteó una moción para pedir la sustitución de las glorietas clásicas por las denominadas turborrotondas, que en esos momentos se estaban implantado en otras ciudades. Básicamente, su estructura obliga a elegir antes de incorporarse a ella el carril que corresponde a la salida que se quiere tomar. Se evitan así las colisiones frontolaterales, las más frecuentes. El pleno acordó estudiar la idea e incorporarlas al plan de movilidad, pero nunca se avanzó más. Ahora que la formación tiene el gobierno local, desde DO confirman que están estudiando ya convertir algunas de las actuales al nuevo modelo.

Más heridos y más graves en los siniestros de vías urbanas que en los de interurbanas

Otro dato que llama la atención es que es en las glorietas ubicadas en calles dentro del casco urbano donde se producen los accidentes con mayores consecuencias para los conductores. Según los datos de la DGT, desde el 2018 hasta junio del 2021, se registraron en la provincia de Ourense 78 heridos en accidentes en rotondas. La mayoría de ellos, 49 personas, sufrieron el siniestro en rotondas de vías urbanas; mientras que 29 tuvieron el percance en glorietas ubicadas dentro del trazado de carreteras. Pero no solo se producen más heridos en las calles de las ciudades o villas que en los viales interurbanos; además; también lo son de mayor consideración. De los 29 accidentados en vías interurbanas solo dos sufrieron heridas graves; mientras que en ese mismo período hubo siete graves y 42 leves en rotondas urbanas.