Los hosteleros de Ourense: «Te convierten en policía cuando esa no es tu responsabilidad»

Las nuevas medidas de la Xunta de Galicia para tratar de recuperar la actividad en la hostelería y dar un respiro al sector han llegado como agua de mayo. Al tiempo que se vaticinan como una espada de Damocles a la hora de cumplir con la normativa adoptada por el Gobierno gallego. El dilema está sobre la mesa: el nuevo escenario permitirá trabajar a establecimientos que antes podían hacerlo pero no eran viables -por tener poca terraza o por disponer de tan poco espacio que trabajarlo no era rentable- y, al mismo tiempo, los empresarios del sector consideran que se les echa encima una responsabilidad que no les corresponde y para la que no están preparados, equipados o autorizados.

Tras una temporada de capa caída, con una buena parte de los locales cerrados por considerar que no era rentable la apertura en esas condiciones, los vinos de Ourense ofrecían ayer una imagen de nueva normalidad: con las terrazas funcionando a pleno rendimiento y los interiores con poca afluencia, a pesar de estar autorizado el uso de los mismos para quien presente el certificado de vacunación o una PCR negativa.

En plena rúa dos Fornos lo ejemplifica uno de los hosteleros históricos de la ciudad: «Está bien que puedas trabajar con mayor libertad que hasta ahora, pero al final lo que hacen es cargarte a ti una responsabilidad que no es tuya, porque el cliente -por término general- se rebota contigo o te contesta mal cuando le dices que se tiene que poner la mascarilla, que debe salir de la mesa y retirarse cuando se pone a fumar o cuando le pides el certificado. Te convierten en policía cuando esa no es tu responsabilidad».

En la praza do Ferro y la rúa Lepanto la sensación es de falta de concreción. En la primera el trabajo del día marca la pauta: «La gente no sabe si puede entrar o no; o en qué condiciones. Se sientan en la terraza porque no saben que pueden entrar o te enseñan el certificado para quedarse fuera. Hay que esperar a que esto se normalice».

Algunos establecimientos han reabierto en este nuevo escenario y otros, escasos, han optado por adelantar las vacaciones.

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