Las pantallas de publicidad retiradas de las calles de Ourense servirán de videomarcadores en Oira

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Retirada de un mupi en la bajada del centro comercial
Retirada de un mupi en la bajada del centro comercial Miguel Villar

El Concello tendrá que abonar 1.989 euros al dueño de una moto sobre la que cayó uno de los carteles publicitarios

23 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Algunos de los paneles de publicidad e información dinámica, también conocidos como mupis, que están siendo retirados de las calles de la capital ourensana, tendrán una segunda vida. En concreto, los que se han retirado de las calles Sáenz Díez y Pardo de Cela, así como el que estaba colocado en la plaza Bispo Cesáreo, ya tienen un nuevo destino. Van a reubicarse en la zona polideportiva de Oira.

Se pretende que uno de estos soportes se transforme en videomarcador para los partidos que se desarrollen en la cancha de fútbol, mientras que los otros dos ofrecerán información de servicio público dentro del mismo complejo deportivo.

El gobierno del Concello de Ourense, que está retirando estos paneles de las calles de la ciudad de As Burgas por considerar que su impacto visual no estaba justificado, ni compensado por el rendimiento económico que aportaban a las arcas municipales, ha decidido desechar los estáticos pero aprovechar los digitales, como es el caso de los que pasarán a funcionar en Oira. El resto de este tipo serán almacenados en instalaciones municipales hasta encontrarles otra función.

En conjunto, el gobierno local prevé terminar de retirar esta misma semana los 150 soportes de este tipo que se distribuían en distintas calles de la capital y que, además de restar visibilidad a algunas zonas emblemáticas y de suponer incluso barreras arquitectónicas en las aceras, también han generado algún disgusto para las arcas municipales. La caída de uno de estos mupis en la calle Celso Emilio Ferreiro provocó daños a una motocicleta por los que el Concello de Ourense tendrá que abonar 1.989 euros. Así se reconoció en la junta de gobierno en la que se aceptó la reclamación patrimonial de su propietario.