Así celebran los musulmanes de Ourense la fiesta del sacrificio del cordero

Lúa Rodríguez / R. N. OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Decenas de personas participaron en la oración previa a la ofrenda del animal

21 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Este martes era importante en el calendario musulmán. Lo que parecía un día normal para el resto de la ciudad, era de celebración para la comunidad islámica de Ourense. El sacrificio del cordero es la festividad más importante para los musulmanes. Desde hace siglos, conmemoran uno de los pasajes recogidos en el Corán, en el que Abraham acaba sacrificando a un cordero para medir su grado de creencia.

Sobre las ocho de la mañana, decenas de fieles comenzaron las oraciones dirigidas por el imán en A Carballeira. «Con la pandemia no podíamos hacerlo en la mezquita. Por eso, hemos pedido la autorización al Concello para hacerlo al aire libre y así respetar las distancias de seguridad», aclaraba Ibahim Diouf, secretario de la comunidad ourensana. Muchos musulmanes no pudieron acudir al acto porque tenían que trabajar.

Tras las oraciones, cada persona se dirigió a un matadero o a una granja, donde previamente había dejado encargado un cordero para sacrificarlo. «En una familia, si uno mata ya llega. No hace falta un sacrificio por cada miembro», aseguraba Diouf. En grandes ciudades, como Madrid, se permite hacer esta matanza. Sin embargo, en Ourense no tienen posibilidad de hacerlo según Diouf. Él lleva 18 años en la ciudad y siempre se desplaza hasta una pequeña granja de Taboadela.

Después del sacrificio del animal, hay que cocinarlo para comerlo. Ibrahim Diouf pidió el día en su trabajo para poder celebrarlo con su familia, aunque aclaraba que ahora se come menos cordero y que sus cuatro hijos ya no viven la fiesta con la misma intensidad que él. «Es un día especial e importante para mí. Se me vienen muchos recuerdos de cuando éramos pequeños. Nuestros padres lo hacían por nosotros y ahora nos toca seguir haciéndolo», comentaba emocionado.

La comunidad islámica de la ciudad ha aumentado en los últimos años

«Hace casi 18 años, cuando llegamos a Ourense, había muy pocos musulmanes», asegura ayer Ibrahim Diouf. En los últimos años, el número ha aumentado. La comunidad islámica de la capital está compuesta por más de trescientas personas, sin contar con los niños. Las nacionalidades son muy variadas. «La mayoría son marroquíes y senegaleses. También hay personas llegadas del Sáhara, de Argelia, de Guinea y de Mauritania», aclara Diouf. Ahora la ciudad tiene una mezquita que están pensando ampliar porque ya se queda pequeña para acoger a todos los fieles. Ibrahim está convencido de que la comunidad crecerá todavía más: «Mucha gente se está pasando al Islam».