José Manuel Fernández: «La gente tiene que saber defenderse»

Maite Rodríguez Vázquez
Maite rodríguez OURENSE / LA VOZ

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José Manuel Fernández Ortega es el delegado de la Federación Gallega de Piragüismo en Ourense
José Manuel Fernández Ortega es el delegado de la Federación Gallega de Piragüismo en Ourense MIGUEL VILLAR

El delegado de la federación gallega de piragüismo en Ourense tiene la familia como pilar y el deporte como afición

28 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Una vida polifacética, con la familia como pilar fundamental, y el deporte, la investigación y la enseñanza como pasiones que ha tenido la oportunidad de desarrollar en sucesivas etapas. Hablamos con José Manuel Fernández Ortega, delegado de la Federación Gallega de Piragüismo en Ourense y presidente del club Fluvial de Allariz.

Desde joven, compaginaba el trabajo con los estudios: hizo dos oposiciones, incluida la de su puesto actual como funcionario del grupo A2 del Ministerio del Interior, y el trabajo con el deporte. Al piragüismo llegó con 26 años para recuperar la funcionalidad de un hombro tras una lesión en un combate de kung-fu, disciplina en la que llegó a ser cinturón negro. Los movimientos de rotación completa de hombro que exige la pala para guiar la piragua eran los aconsejados para su recuperación. Los movimientos de rotación completa de hombro que exige la pala para guiar la piragua eran los aconsejados para su recuperación.

Esto le ocurrió a un José Manuel Fernández que, con veinte años, se fue de casa para empezar una nueva vida en Madrid. En la capital del Estado compaginó trabajo con la carrera universitaria de Biología en la Universidad Autónoma de Madrid. Había aprobado una primera oposición para la que se exigía el título de Bachiller y continuó sus estudios, mientras trabajaba, hasta un doctorado en Edafología y Química Agrícola, además de un máster en dirección de organismos públicos y titulaciones de técnico superior en prevención de riesgos laborales y monitor deportivo. «Nunca dejé de formarme y sigo formándome», resume.

En Madrid desarrolló gran parte de su carrera profesional y conoció a su mujer, Ana, una ourensana que trabajaba en la capital y que ha sido su principal apoyo para desarrollar sus múltiples facetas laborales y personales. «Soy lo que soy gracias a mi mujer. Ella fue la que me animó a seguir estudiando. Tener familia (dos hijos), trabajo y seguir estudiando no se hace sin una persona detrás que empuje. Cuando nos casamos, yo trabajaba en tres sitios distintos y ella se encargaba de todo en casa. Somos un equipo, nos complementamos y me gusta la vida que hemos conseguido», remarca José Manuel. Tras años en Madrid, ambos funcionarios consiguieron el traslado a Ourense, ella en el 2003 y él, un año después.

Con este respaldo, José Manuel pudo compaginar sus pasiones deportivas con el trabajo. Mientras practicaba y competía en piragüismo, en Madrid, se sacó el título de entrenador porque el técnico del club se tuvo que marchar y siguió formándose. «Soy de la primera promoción del monitor de nivel 3 de España», indica. Esa titulación fue la que le acercó al Fluvial Allariz, en el 2004, porque el club alaricano necesitaba un entrenador de nivel 2. Tal como había ocurrido en el club madrileño, las fichas crecieron. En Allariz empezaron la primera temporada con cinco adultos y tres niños y en el 2019 tenían 169 fichas, comenta. De ser una actividad de verano pasó a ser un club que apuesta firmemente por la cantera. Desde hace ocho años es delegado de la federación gallega en Ourense y también se ocupa de redactar los comunicados informativos sobre las competiciones. Esta última faceta le viene de su etapa como director nacional de comunicación del sindicato CSIF.

Pero, más allá del piragüismo, lo que verdaderamente le gusta a José Manuel Fernández es la defensa personal, disciplina que enseña en un gimnasio de A Valenzá (Barbadás). «La gente tiene que saber defenderse. No es cuestión de fuerza, sino de técnica, y con 24 técnicas puedes salir de cualquier situación. Es muy simple y efectivo», sostiene. Como instructor, ha enseñado estas técnicas en cursos para mujeres y hombres de distintas edades que busca aprender defensa o a gente que llega para simplemente hacer deporte. 

Personalmente, le ayudó a superar una infancia dura, marcada por la máxima de «la letra con sangre entra» que le aplicaban en su casa. De todas las escuelas por las que pasó, guarda buen recuerdo del colegio público de Bande.

Quién es. Rincón.

su rincón

Quién es. José Manuel Fernández (A Merca, 1966) es el delegado de la Federación Galega de Piragüismo en Ourense. Su pasión es la defensa personal. Es funcionario del Ministerio de Interior.

Rincón. El embarcadero del club Fluvial Allariz, del que es entrenador y presidente, en la orilla del río Arnoia.

«En Ourense hay buen ambiente entre los clubes de piragüismo»

José Manuel Fernández tuvo una etapa como preparador de oposiciones. Lo dejó en el 2012 porque era muy exigente estar al día con los temarios y no le daba tiempo. «Es una carrera de fondo y al profesor le quema tanto como al alumno», comenta. Ahora, ríe, está del «lado oscuro»: es examinador. Defiende que estos procesos de selección son iguales para todos y critica el acceso a puestos públicos mediante el «amiguismo» y contrataciones que luego se convierten en fijas. En su caso, hacerse funcionario fue para buscar una alternativa laboral. Le gustaba la investigación en laboratorio. «Pero está muy mal pagado y es inestable. No permite hacer un proyecto de vida ni de futuro», aduce. Y, como ejemplo, pone el equipo que investiga la vacuna española contra el covid, formado por jubilados o contratados que cobran, como mucho, 1.600 euros.

Durante la pandemia, considera que las autoridades se equivocaron al prohibir el deporte. Ya han vuelto las competiciones y las de piragüismo ocupan parte de sus fines de semana. Ayer, en Portomarín, hoy en Muíños. «En Ourense hay buen ambiente entre los clubes», apunta. Echa de menos más apoyo a un deporte que en otras provincias gallegas tiene más respaldo institucional. Entre sus aficiones, están los viajes y tiene ganas de repetir visita a Egipto cuando la situación lo aconseje.