El sospechoso de matar a Nerea Añel estuvo con ella en un motel de Barbadás horas antes de la muerte

Durante meses se estuvo buscando en Ourense y sus alrededores a la joven Nerea Añel, de la que no se sabía nada después de que hubiera pasado la noche de Reyes del 2020 con su madre, en la ciudad de As Burgas. Pero todo apunta a que la chica, que entonces estaba a punto de cumplir 27 años, perdió la vida de forma violenta pocos días después de aquella reunión familiar. Se cree que Nerea murió el 15 de enero, después de haber pasado sus últimas horas con el que en aquellas fechas era su novio. Al hombre se le investiga ahora, tras meses de averiguaciones, por homicidio.

Recientemente el caso pasó a ser responsabilidad del Juzgado de Instrucción 3 de la capital, especializado en violencia de género. Ese traslado parece haber sido clave en el giro que han dado los acontecimientos. Este lunes la titular de esa sala, Eva Armesto, ordenó que Julio G. S. fuera trasladado desde la prisión de Pereiro de Aguiar para participar en una reconstrucción de los hechos, centrada en las inmediaciones del motel Cancún, en el concello de Barbadás. Allí Julio y Nerea, ambos consumidores de drogas, estuvieron horas antes de la muerte de ella. En esa diligencia el sospechoso reconoció que habían estado en el motel, si bien aseguró que tras abandonarlo, se separaron. Según detalló, ambos habían robado una cartera a un taxista horas antes y, cuando caminaban en dirección a la capital, vieron llegar un coche de la Guardia Civil. Se asustaron. Entonces, siempre según la versión del sospechoso, él se tiró al suelo, mientras que Nerea dio media vuelta y regresó al hotel. Esa fue la última vez que la vio.

Eso sí, ni en la comisaría ni posteriormente ante la jueza quiso el sospechoso confirmar esos extremos. Guardó silencio ante las preguntas de las partes y dijo que no quería declarar. Pese a ello tanto el representante de la Fiscalía de Ourense como el abogado de la acusación particular, que representa a la madre de la víctima, solicitaron prisión. La jueza decidirá este miércoles acerca de ello, aunque tras la comparecencia el sospechoso fue devuelto al centro penitenciario, en el que se encuentra interno desde hace un año tras haber sido condenado por robo.

El cuerpo de Nerea fue localizado nueve meses después de su desaparición, en septiembre del pasado año. Lo encontraron unos senderistas en la aldea abandonada de Os Muíños, en Barbadás, relativamente cerca del motel en el que pasó sus últimas horas. Que transcurriera tanto tiempo entre la muerte - que ahora se sitúa a pocos días de que su familia le perdiera la pista - y la localización del cadáver se explica porque en invierno ese lugar es un arroyo que lleva mucha agua. Se secó tras un verano poco lluvioso, como fue el del año pasado, facilitando el hallazgo.

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