Aceptan tres años de cárcel por dejar morir a su bebé por exceso de calor y por romperle varias costillas al gemelo en Ourense

Marta Vázquez Fernández
Marta Vázquez OURENSE

OURENSE CIUDAD

Brais Lorenzo

Los progenitores pierden la patria potestad del menor que sobrevivió, cuya tutela tiene la Xunta

09 jun 2021 . Actualizado a las 10:25 h.

Nunca se sabrá con certeza lo que pasó en un domicilio de la calle Julio Prieto Nespereira de la capital ourensana ente el 2 y el 4 de marzo del 2019. El día 3 un bebé de apenas dos meses que residía en esa vivienda junto a sus padres ingresó en la unidad de urgencias del Complexo Hospitalario de Ourense con lesiones en el tórax. El pequeño presentaba fracturas en cuatro costillas, por lo que fue necesaria su estancia en la uci pediátrica. Apenas unas horas después, en la madrugada del día 4, su gemelo fue encontrado muerto en la vivienda.

Este martes, en la sala de vistas del Juzgado Penal 1 de la capital ourensana, Adrián S. M. y Desiré V. L. admitieron que la muerte de uno de sus hijos se debió a una grave imprudencia en su cuidado y que las lesiones del otro se las causaron ellos mismos, al maltratarlo. Así de crudo. En consecuencia, ambos aceptaron cumplir una condena de tres años de prisión, como responsables de un delito de homicidio imprudente y otro de lesiones, perdiendo además la patria potestad del menor que sobrevivió, cuya tutela está en manos de la Xunta desde que ocurrieron los hechos.

Inicialmente tanto la Fiscalía como las acusaciones popular y particular, ejercidas respectivamente por la Fundación Amigos de Galicia y por la Xunta, solicitaban siete años de prisión por este caso, si bien la posibilidad de rebajar la pena de forma sustancial permitió que se alcanzara un acuerdo.

Un calefactor encendido

Así las cosas, los acusados no tuvieron que declarar, dándose por buena la tesis que mantenían las acusaciones. Según eso, la muerte de uno de los gemelos se debió al exceso de calor que tuvo que soportar después de que sus padres lo acostaran en un maxi-cosi colocado frente a un calefactor encendido. Mientras los adultos dormían en una habitación contigua, el pequeño estuvo sometido a un calor directo durante un tiempo indeterminado, sufriendo una deshidratación que le provocaría la muerte. Cuando llegaron los forenses, tanto las ropitas del bebé como las vestiduras de su silla estaban completamente mojadas, por el sudor.

En cuanto al gemelo, queda probado que las costillas se las rompió uno de sus padres al «asirlo y presionarlo fuertemente» por los costados, «todo ello con el conocimiento del otro progenitor, que no trató de evitarlo».

En los apenas diez minutos que duró la sesión ni el acusado, que compareció mediante videoconferencia ya que está en prisión por otra causa, ni la imputada, que estuvo en la sala de vistas, tomaron la palabra más que para decir que entendían y aceptaban el acuerdo, que implica que ambos indemnicen al hijo que sobrevivió con 11.500 euros, por las lesiones que le causaron y también por haber perdido a su hermano.

Visitas supervisadas

En la condena se contempla además que el acusado no pueda acercarse a su hijo durante ocho años, ni tampoco comunicar con él, si bien esta medida no afecta a la madre, al apreciarse que su situación actual es bien distinta a la de su expareja. Así, Desiré, que denunció a Adrián por maltrato, lleva ya tiempo acudiendo una vez al mes a las visitas supervisadas con su hijo, que se encuentra con una familia de acogida. Pese a que a partir de ahora no podrá tomar decisión alguna sobre la vida del pequeño, al haber perdido la patria potestad, sí que se le permitirá seguir viéndolo cuando así se determine ya que se considera que esos encuentros son beneficiosos para el menor.

«La oferta del ministerio fiscal era aceptable y ha sido una manera de salir de esto, porque se trataba de pasar página y reiniciar la vida», dijo el abogado del acusado, Francisco Caseiro tras la vista, anunciando ya que se pedirá la suspensión de la pena para que los progenitores no tengan que ingresar en prisión por esta causa.