El pleno del Concello de Ourense toca fondo: «Eso dímelo fuera»

Miguel Ascón Belver
miguel ascón OURENSE

OURENSE CIUDAD

Momento en el Telmo Ucha escenifica un corte de mangas para asegurar que no lo hizo unos momentos antes dirigiéndose al portavoz del PSOE
Momento en el Telmo Ucha escenifica un corte de mangas para asegurar que no lo hizo unos momentos antes dirigiéndose al portavoz del PSOE CONCELLODEOURENSE

El PSOE abandona una sesión plenaria marcada por las salidas de tono

04 jun 2021 . Actualizado a las 20:43 h.

El pleno que el Concello de Ourense celebró este viernes duró nueve horas, a solo unos minutos del récord municipal, fijado el pasado mes de marzo. El debate fue intenso, como es habitual, pero la tensión se disparó justo después del receso para el cátering pagado por el Ayuntamiento, contratado de nuevo a un conocido restaurante de la ciudad que se autodefine como gourmet. «Eso dímelo fuera», llegó a espetarle un concejal a otro.

Todo comenzó con el debate de una moción sobre servicios sociales presentada por el BNG. El portavoz socialista, Rafael Rodríguez Villarino, estaba interviniendo en tono crítico contra el edil del gobierno que lleva esa área, Telmo Ucha, que le contestó desde su asiento con la frase: «Vete a dormir». Además, parecía mostrarle el dedo corazón, haciéndole el gesto de la puñeta. Eso es lo que interpretaron, al menos, muchos de los presentes y así se lo hicieron ver en algunas de sus intervenciones posteriores. Sin embargo, el pleno continuó sin más.

Pero llegó el debate de una moción que reclamaba al gobierno municipal un plan urgente de rescate de la cultura en Ourense y el concejal socialista Xosé Rúas arremetió contra Ucha. «A súa eficacia como concelleiro non pasa de galiña choca», le dijo. Ante esa alusión, el edil de Democracia Ourensana volvió a responder desde su asiento. «Eso dímelo fuera», le retó. De nuevo, pese al revuelo que se originó, la sesión continuó con cierta normalidad, pero solo por unos minutos. Ante lo ocurrido, el portavoz de Ciudadanos, José Araújo, recomendó a Telmo Ucha que pidiera disculpas y en primera instancia respondió el alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, que bromeó: «Si él dijo ‘‘dímelo fuera’’ sería por la acústica». En todo caso, el concejal aludido tomó la palabra, negó haber hecho ese gesto y rechazó pedir perdón.

El pleno siguió otra vez con varias intervenciones hasta que fue el turno de la viceportavoz del PSOE, Natalia González, que dijo que su grupo abandonaría la sesión si Ucha no pedía perdón. «¿Se va a disculpar por el no corte de mangas?», se preguntó entonces Jácome. Pese a todo, de nuevo el concejal señalado volvió a tomar la palabra y en esta ocasión sí se disculpó aunque cuestionó si también deberían hacerlo quienes se habían dirigido a él en tono crítico: «Eu non vou esixir a ninguén que faga o que realmente non sinte».

Superado el trance, el pleno continuó y le tocaba intervenir a Rhut Reza, del BNG, siguiendo con el tema cultural. En un momento dado, el alcalde la interrumpió y le espetó: «¿Qué hablas tú del mundo del espectáculo si no sabes nada?». Esa alusión despectiva fue la gota que colmó el vaso para los socialistas, que se levantaron y abandonaron la sesión para ya no regresar.

Tirón de orejas vecinal

Curiosamente, el pleno de ayer arrancó con un alegato de la Agrupación Miño contra la inutilidad de estas sesiones. La entidad, que aglutina a asociaciones vecinales de los barrios y del perímetro rural del municipio, solicitó intervenir para dar un tirón de orejas a la corporación. «Nos últimos anos evidenciou que se estivo a debater de costas aos problemas e necesidades veciñais, centrados en intereses partidistas e egocentrismos, deixando en situación de desgoberno unha cidade de máis de 100.000 habitantes», dijo José Manuel García Casares. En su intervención aseguró que el contexto actual «é insostible en todas as facetas da vida municipal» y detalló el retraso en el plan de obras aprobado en el pasado mandato, la paralización del PXOM, las concesiones que funcionan en precario, el abandono de zonas verdes, los contendedores subterráneos que siguen cerrados o la demora en los servicios sociales.

Para poder intervenir en el pleno, la solicitud de la Agrupación Miño tuvo que someterse a debate y aprobación previa en el pleno. Todos los grupos se mostraron a favor de que la entidad pudiese hablar, salvo el gobierno de Democracia Ourensana, que se abstuvo. El principal aludido en las críticas del colectivo vecinal, el alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, dijo que los partidos políticos sí tienen «representatividad legítima», pero no las asociaciones. Más tarde, tras escuchar a García Casares, Jácome aseguró que muchas de sus acusaciones eran «rebatibles» y apuntilló: «Daba la sensación que estaba hablando de Sarajevo.

El regidor se aleja del PP y admite que no se leyó el plan de movilidad

El ejecutivo a tres de Democracia Ourensana se quedó solo ayer en la mayor parte de los debates. El PP se alineó en casi todo junto al resto de la oposición, algo que sorprendió al alcalde. «Detecto mucha hostilidad en unos hipotéticos socios de gobierno», dijo Gonzalo Pérez Jácome, que perdió mociones sobre la continuidad de la Universidade Popular, sobre un pacto de rescate para los servicios sociales o sobre la reactivación del plan municipal de movilidad. En este punto, el alcalde reconoció que no se había leído el documento ni el prólogo que él firmó, pero que había redactado el concejal Miguel Caride. «Hay muchas cosas institucionales que no leo», dijo.