La maniobra sorprende a la oposición, que recela de las motivaciones del alcalde ourensano
25 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.El alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, renunció a elaborar y debatir unos presupuestos municipales para este año 2021. El Concello funciona con los del 2020 prorrogados y los planes del regidor pasan por impulsar nuevos proyectos mediante modificaciones presupuestarias. De hecho, acaba de anunciar la que sería la más grande de la historia de Ourense. Pretende movilizar 62 millones de euros, pero el asunto debe ir a pleno y Jácome solo tiene garantizados 3 votos de los 27 miembros que tiene la corporación y necesita 14.
La oposición observa con recelo esta maniobra porque la modificación propuesta no ha sido negociada previamente con el resto de los grupos. Además, se trata de una operación «en bloque», es decir, que incluye decenas de proyectos y no se pueden aprobar de manera individualizada. Un voto a favor daría luz verde a los 62 millones de euros en su totalidad. Es, precisamente, lo que Jácome siempre criticó cuando estaba en la oposición.
E incluso ya como alcalde. En una entrevista concedida a La Voz de Galicia el pasado mes de diciembre ya avanzaba su intención de plantear modificaciones presupuestarias a la oposición. Y, «si bloquean se enterará todo Ourense», advertía Jácome en aquel momento. Entonces, a la pregunta de por qué él no había apoyado esas operaciones cuando el alcalde era el popular Jesús Vázquez, respondía así: «Porque las hizo en lote en plan trampa. El IBI se bajó gracias a nosotros y llegamos a acuerdos en el PP en muchos temas, pero no tolerábamos que las modificaciones fuesen en lote. Nos traían una serie de obras que incluía una horripilante para la Cruz Alta y, al ser en lote, no puedes votar porque te están coartando la libertad. Es como cuando el Rey de España lo metieron en la Constitución y te dicen: ‘Oye, tú votaste al Rey’. Hombre, no te jode, iba en el lote».
El caso es que en la modificación de 62 millones que ahora propone Jácome se incluyen proyectos que la oposición ya ha rechazado explícitamente. Recientemente el alcalde convocó a los grupos para abordar la renovación de la flota de autobuses sin esperar a la licitación del servicio, pero todos -a excepción de Ciudadanos- rechazaron la propuesta. Pese a todo, Jácome ha decidido incluirla en la modificación presupuestaria.
«Es un giro de lo que se hacía últimamente. Mis predecesores no solían gastar el dinero, con lo cual no se cubrían las necesidades de la ciudad y ese dinero se almacenaba en el banco», dice el alcalde, que añade: «Esperamos que la oposición apoye las inversiones en la ciudad y voten a favor de esta inversión». Por ahora, sin embargo, su propuesta ha sido recibida con recelo, pero si finalmente es rechazada aún le quedaría la posibilidad de vincularla a una cuestión de confianza. Se arriesgaría a su relevo como alcalde, pero sabe que en la oposición no hay acuerdo, como ya quedó claro con las negociaciones fracasadas de la censura.
Los dos grupos mayoritarios, PSOE y PP, dijeron ayer que deben estudiar la modificación antes de avanzar si la apoyarán o no, pero dejaron caer sus dudas. Los socialistas se refieren, por ejemplo, a la inclusión de la partida para la renovación de la flota de autobuses pese a que ese proyecto ya fue rechazado mayoritariamente por la oposición. Todos destacan, además, que no se haya negociado la propuesta previamente. «Ten nulo interese en chegar a puntos de encontro coa oposición e o único que persegue é o rédito político», dice Luis Seara, del BNG, que cree que Jácome está recurriendo al «chantaxe». «Este tipo de cousas deberían estar precedidas dunha negociación e quérome remitir ao pasado, onde este mesmo home votaba en contra das modificacións porque non se podía votar a algo que ía en lotes», dijo por su parte José Araújo, de Ciudadanos, que prometió estudiar la propuesta de todos modos.
La propuesta prevé desde la renovación de los contenedores hasta los sistemas de elevación
En la modificación presupuestaria que el alcalde llevará a pleno el próximo día 4 de junio se incluyen gastos por valor de 62 millones de euros. La propuesta incluye inversiones ya planificadas pero aún no ejecutadas como la renovación de los contenedores subterráneos y en superficie o la instalación de sistemas de elevación mecánica en diversos puntos de la ciudad. Esta partida es una de las más grandes (con diez millones de euros), aunque también destaca la renovación de la flota de autobuses (catorce millones de euros). Se prevén también cuatro millones para cofinanciar la ampliación del hospital materno-infantil y partidas para instalar cámaras en el casco viejo que sustituyan a los bolardos inutilizados hace ya mas de un año, para colocar radares de control de velocidad en varias calles, para la mejora de parques infantiles o para convenios con entidades sociales (entre los que destaca, por su cuantía, uno de 250.000 con Cáritas).
El Concello de Ourense podría movilizar esos 62 millones de euros en total porque acumula un importante remanente de tesorería. Los técnicos municipales han terminado con el trabajo del cierre del ejercicio anterior y los ahorros que tiene disponibles para ya el Ayuntamiento ascienden a 78,7 millones de euros. Es decir, si se aprueba la modificación presupuestaria de 62, aún «queda margen para otras», dijo Jácome ayer. El alcalde pretende también gastar ese dinero y, de hecho, avanzó que quiere dar más apoyo a los autónomos. «Tenemos que hablar con la oposición porque queremos consensuar con ellos las ayudas que queremos seguir dando al pequeño comercio», dijo.