En prisión por intentar matar a su exmujer, lo condenan ahora por llamarla desde la cárcel de Ourense

m. v. OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

MIGUEL VILLAR

Ramiro V. G. suma una nueva pena por intentar convencer a su expareja para que no declarara en su contra

24 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El historial delictivo de Ramiro V. G., un hombre de 39 años que el año pasado fue condenado a seis años de prisión por haber intentado matar a su mujer asfixiándola con un albornoz, suma una nueva pena. Esta misma semana la magistrada del Juzgado Penal dos de Ourense le ha impuesto ocho meses de cárcel tras considerar probado que este delincuente intentó evitar que la mujer a la que había atacado declarara en su contra en el juicio o incluso retirara la denuncia, llamándola desde la prisión provincial en la que estaba encarcelado preventivamente.

Estos hechos se remontan al 19 de mayo del 2019, cinco meses después de que se produjera el violento episodio en el que la expareja sentimental del acusado sufrió el ataque. Ramiro, quien ya entonces tenía una orden de alejamiento de ella, no tuvo impedimentos en colarse de noche en su casa, esperándola hasta que llegó del trabajo. Cuando ella entró en casa y se lo encontró se inició una discusión entre ambos, durante la cual él la agarró de forma imprevista y le enroscó la manga de un albornoz en el cuello, a modo de soga, tirándola al suelo y colocándose sobre ella mientras apretaba la prenda y le decía «si no eres para mí, no eres para nadie». Ella, que estuvo a punto de perder la consciencia, logró darle una patada a una mesa, consiguiendo que al acusado dejara de presionar. Se arrastró hasta la puerta y logró pedir ayuda, siendo arrestado Ramiro poco después. Se ordenó su ingreso en prisión preventiva, dictándose por parte del juzgado encargado del caso una nueva medida cautelar que prohibía al acusado acercarse a la víctima o comunicar con ella por cualquier medio.

Pero ahora ha quedado probado que incumplió esa orden. Pidió permiso en la cárcel para utilizar el teléfono, asegurando que se iba a poner en contacto con un amigo. Le dieron la autorización, pero en lugar de llamar a su colega, marcó el teléfono de la casa de su ex mujer. Hay constancia de ello por los registros telefónicos del centro penitenciario, pero también por la declaración de la perjudicada, que en el juicio se ratificó en su denuncia, explicando que su expareja «le pidió que no lo denunciara porque estaba a punto de salir», solicitándole además que «recapacitara e su intención de declarar contra él». Pese al temor que estas palabras pudieron provocarle, ella lo volvió a denunciar y no solo eso, sino que el día del juicio en la Audiencia contó el terrible episodio que había vivido, logrando que se hiciera justicia y se condenara al agresor.