Marcos Mojón ha trasladado su negocio al local en el que en tiempos estuvo el Bicherías
22 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Que en la variedad está el gusto es la máxima que aplica Marcos Mojón en el restaurante La Gula. Después de dos años en la calle Valle Inclán ahora acaba de reabrir sus puertas en un nuevo local, en Celso Emilio Ferreiro, en donde hasta su cierre estuvo el Bicherías. «Decidimos trasladarnos con el fin de mejorar. La crisis está siendo dura para todos y lo cierto es que aquí tenemos un espacio más grande con mejores condiciones así que no lo dudamos», explica. Lo han reformado y ahora cuenta también con una pequeña terraza en la que es posible degustar sus elaboraciones que, como no podía ser de otra manera, varían constantemente. «Cada tres días hay platos nuevos y otros que ya no están. De esta forma es posible que alguien coma aquí todos los días y siempre cosas diferentes», dice Marcos.
Hay parte de su oferta que vuelve cada poco y que ya se ha convertido en los clásicos de La Gula. La picaña, las miniburgers o el tataki de atún son algunos ejemplos de los platos que más salen. «Nos gusta aprovechar el producto fresco que hay en el mercado, así incluimos todo tipo de ingredientes y siempre de la mejor calidad», afirma el hostelero, que tiene menú diario y uno especial para los fines de semana. «Los findes no falta el churrasco en los meses de calor y el cocido cuando hace frío, como ha sido toda la vida en Galicia», continúa. Para la terraza, pensado para compartir, tiene raciones de rabas de calamar, tempura de verduras o una tablita de quesos. Y al terminar de comer toca la sobremesa, que también puede hacerse en su salón, porque abre desde las doce de la mañana hasta la hora que permitan las restricciones, ahora a las nueve de la noche.