Benposta, legado en el olvido

Marta Vázquez Fernández
Marta Vázquez MATICES

OURENSE CIUDAD

19 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Viñedo, labradío y monte de 32.284 metros cuadrados, denominados La Bemposta y Regueiros. Es la descripción que figura en el Registro de la Propiedad del terreno de Seixalbo en el que en 1963 nació la Ciudad de los Muchachos. Aquel año un grupo de jóvenes cansados de la dictadura y liderados por un sacerdote que entonces terminaba sus estudios en la Universidad de Comillas, Jesús Silva, se instalaron en aquella finca con la intención de construir su ciudad.

El suyo era un proyecto idealista, basado en la independencia frente a los poderes públicos, la igualdad entre las personas y la ilusión de que una vida mejor era posible hasta para los que menos tenían. Y lejos de fracasar, aquella ciudad vivió momentos dorados, con un circo que recorrió el mundo, un censo de un millar de habitantes y un centro propio de primaria, secundaria, bachillerato y FP. Una etapa dorada que empezó a tambalearse con la llegada del nuevo siglo y terminó por desaparecer.

Quienes vivieron aquellos años recuerdan bien lo que fue Benposta, el hito que supuso para esta ciudad y la enorme labor, aunque a veces fuera controvertida, que desarrolló el padre Silva.

Pero, ¿qué saben los jóvenes sobre todo aquello? Un museo en un bajo no parece hacer justicia al recuerdo de aquella rompedora iniciativa que llevó el nombre de Ourense por todo el mundo. Es justo que ahora se intente que su legado sea Bien de Interés Cultural, como injusto que la ciudad que vio florecer aquella utopía, dejase que todo se marchitara y olvidara sin apenas mover un dedo.