La Fiscalía investigará si un policía local se excedió al reducir a un detenido

m. v. OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Miguel Villar

La representante del ministerio retiró la acusación contra tres chicos denunciados por atentado tras asegurar varios testigos que el agente lo detuvo sin motivo

27 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Lo que empezó siendo un juicio contra tres jóvenes acusados de agredir a un agente de Policía Local de Ourense terminó este viernes en la sala de vistas del Juzgado de lo Penal 2 de forma inesperada, tras retirar la Fiscalía la acusación y anunciar que abrirá diligencias para indagar si, por contra, pudo ser el funcionario quien se extralimitó.

En el fondo del asunto, la situación sanitaria actual y las restricciones que está provocando. En ese escenario, los integrantes de una patrulla del cuerpo municipal fueron requeridos el pasado 15 de enero para que acudieran a un bar de la calle Rey Soto de la capital en aras de controlar si cumplía las normas de aforo. Al llegar, uno de los funcionarios se bajó del coche y habló con una camarera, si bien se habría molestado por la «actitud vacilante» de cuatro jóvenes que ocupaban una de las mesas, acercándose hacia ellos para pedirles los carnés de identidad. Tres de ellos no tenían residencia en Ourense, lo que suponía que no estaban respetando el confinamiento, si bien uno de ellos insistió en que vivía en la capital y sobre lo que pasó después hay distintas versiones. Así, según Iván F. J., el agente le ordenó levantarse y acompañarlo al coche, empujándolo contra el vehículo y ordenándole después que se echase en el suelo. «Mi cuerpo impactó contra el vehículo, me retorció el brazo derecho y luego me ordenó ‘tírate al suelo, hijo de puta?», aseguró, explicando que tras caer al suelo le puso una rodilla encima. «Me estaba haciendo mucho daño», relató, negando haber agredido al agente. Terminó siendo esposado y trasladado a los calabozos de comisaria, al igual que José B. R., quien contó una versión similar del incidente, explicando que el agente estaba «agresivo». No solo negó que su amigo lo hubiera agredido, sino también que él lo hubiera agarrado. En la misma línea, el tercer imputado, Luis G. G., mencionó la agresividad del funcionario, negando por su parte haberle pegado en la cabeza, pese a que otro policía confirmó que se lo había reconocido durante el traslado a comisaría.

A los tres les imputaba la Fiscalía de Ourense un delito de atentado y otro de lesiones por los que pedía un año y medio de cárcel, pero los acusados salieron absueltos de la sala. El caso dio un giro de 180 grados cuando los tres testigos que estaban en el bar, dos camareras y un cocinero, contaron una versión de los hechos que corroboraba el testimonio de los acusados, y no el de los agentes.

«Yo no daba crédito a lo que estaba viendo», dijo una testigo, que una y otra vez insistió en que «el chico no estaba haciendo nada», explicando que tras caer al suelo Iván, el agente «le puso la rodilla en la cabeza». «Si fuera mi hijo, yo os denunciaba», les espetó la mujer a los agentes, asegurando que ninguno de los acusados «tocó a un policía».

En el turno de conclusiones, la fiscala jefa, Eva Regueiro, no dudó en dar un paso atrás en su postura. «No hay datos periféricos que sirvan para corroborar la declaración de los policías», argumentó tras anunciar que retiraba la acusación. Y el asunto no quedó ahí. A tenor de los testimonios el ministerio público investigará si hubo «exceso o abuso de autoridad» por parte del agente, que durante su declaración dijo que fue atacado, lo que corroboró su compañera y hasta un tercer funcionario, aludiendo los tres a la agresividad de los acusados. Al término de la vista uno de ellos, Iván, ya anunció que, tras ser absuelto, denunciará al agente.