Ourense celebra la vuelta a las terrazas: «Os bares son os que tiran da xente»

Pablo Varela Varela
Pablo Varela OURENSE / LA VOZ

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Instalación de terrazas en Ourense
Instalación de terrazas en Ourense Miguel Villar

El viernes de desescalada deja sensación de alivio entre el personal de hostelería y sonrisas de los clientes de toda la vida

26 feb 2021 . Actualizado a las 17:40 h.

Las calles de Ourense resucitaron este viernes a primera hora a la vez que se desperezaban los bares. Quizá no haya mejor excusa que un café para un reencuentro, y a eso se agarra una pandilla de tres amigas que, después de dos meses sin verse, han quedado en la terraza de La Coruñesa. Otros, como Marcos Aparicio, propietario de un establecimiento en la rúa das Burgas, opta por hacerlo en solitario en el bar Cervantes, del que es cliente habitual. «Veño todos os días. Era importantísima a volta da hostelería para os que teñen algún negocio preto, porque moven moitísimas máis persoas. Se o tempo non acompaña no inverno e non hai onde tomar un vermú, os veciños xa non sae. Os bares son os que tiran da xente», explica. Era su segundo cortado del día. «Sonche cafetero», dice.

En el interior del bar, con una administración de lotería, Manuel González reconoce que echaba de menos el cara a cara con los de siempre, sin barreras ni esa sensación efímera de quien pide las consumiciones para llevar. Quien no se deja unos céntimos en la tragaperras los invierte en una quiniela en busca de algo de suerte. Pero en el bar Cervantes, el premio gordo es el regreso de clientes de toda la vida. «Estar físicamente coas persoas é outra cousa. Isto axuda».

Xa podemos apoiarnos aquí sen medo, non?

E logo? Aquí, ó bar de toda a vida, vense a falar, a dialogar.

En la plaza de las Mercedes, Pepe lee el periódico en la terraza mientras su hijo Xosé, propietario del Ollo Ledo, atiende un par de mesas en el exterior. «Atopamos sonrisas e unha sensación de alegría. O inicio foi bastante tranquilo, pero vemos que á xente opta máis por consumir fóra», dice el segundo. Su padre, que regentó el local entre los años 1999 y 2004, ve ahora cómo Xosé da continuidad a su legado. Sabe que no está siendo sencillo, pero confía en remontar. «El xubilouse aquí e hoxe veu facerme unha visita. Pouco a pouco tocará ir refacéndose, volvendo á normalidad. Pero por agora temos tres empregados en ERTE e iremos voltando gradualmente», cuenta.