Un hombre mata a puñaladas a una vecina de 22 años en Ourense y deja herido de gravedad a su novio

Marta Vázquez Fernández
M. Vázquez OURENSE

OURENSE CIUDAD

El atacante asestó al menos nueve cuchilladas a la mujer, que murió casi en el acto. El superviviente es primo del agresor. El presunto homicida le dijo a su madre al salir de casa que «iba a matar unos conejos»

20 feb 2021 . Actualizado a las 00:10 h.

La capital ourensana se despertó en la mañana de ayer con la noticia de un terrible crimen que se ha saldado con una joven de 22 años muerta y su novio, de 26, herido muy grave. Ambos fueron atacados por un primo del superviviente, que vive muy cerca de ellos.

El agresor se presentó en su vivienda de madrugada, tocó el timbre y logró franquear la puerta, comenzando a apuñalarlos sin mediar apenas palabra. El ataque fue rápido y brutal. Así lo confirmó el comisario de Policía Nacional de la capital ourensana, Juan Carlos Blázquez, que horas después del suceso compareció ante los medios. Aseguró que la joven murió tras recibir al menos nueve puñaladas, mientras que su pareja también presentaba varias heridas incisas por las que al cierre de esta edición aún se debatía entre la vida y la muerte. Su estado era crítico.

Según el relato policial, a las cinco de la madrugada se recibió una llamada en el 091 alertando del suceso, ocurrido en el barrio de A Batundeira, en la parroquia de Velle. Al llegar a ese lugar, los agentes se encontraron con las víctimas, si bien la joven, Ana Balboa, ya había muerto. Su novio, herido muy grave, tuvo tiempo de hablar con los agentes y señalar a su agresor, refiriéndose a Diego, un primo suyo residente en una vivienda situada muy cerca, como la persona que minutos antes había llamado a su puerta y, tras abrir ellos confiados porque se llevaban bien, los había atacado sin mediar palabra.

Tras el sorpresivo asalto, el herido aún tuvo fuerzas para avisar a sus padres, y fueron ellos quienes alertaron a las autoridades. Y mientras una ambulancia trasladaba a toda prisa al joven herido al Complexo Hospitalario de Ourense, donde fue intervenido de urgencia, los agentes buscaron al agresor, de 36 años y sin antecedentes policiales.

No tardaron en localizarlo dentro de su vivienda. No opuso resistencia alguna a su arresto. «No era consciente de lo que pasaba, estaba en estado catatónico, alejado de la realidad», aseguró el comisario, quien también informó de que el homicida tiene algunos antecedentes de tratamiento psiquiátricos, por lo que no se descarta que pudiera haber sufrido un brote. Es por ahora la única explicación para este suceso, ya que agresor y víctimas se llevaban bien y nunca antes se habían registrado desavenencias entre ellos, según han confirmado fuentes de la investigación.

Un nivel de violencia altísimo

Tras dejar a las víctimas en el suelo en medio de un enorme charco de sangre, el agresor se fue a su casa, pero antes lanzó el arma homicida a una finca colindante, donde pudo ser recuperada por los agentes. Se trata de un cuchillo de cocina de unos veinte centímetros de hoja. Con todos estos datos, policialmente, por tanto, el caso parece ya estar cerrado.

«Ha sido una agresión con un nivel de violencia altísimo», valoraba el comisario de Policía de Ourense, que espera que en las próximas horas se le pueda tomar declaración al sospechoso y enviarlo ante el juez de guardia en la ciudad ourensana. Hasta el momento, el detenido no ha dicho nada sobre lo ocurrido durante la madrugada.

Otras fuentes han confirmado que minutos antes de cometer la brutal agresión el acusado habló con su madre, que se encontraba también en la vivienda, para decirle que iba a salir de casa «para matar unos conejos».

En la tarde de ayer, el detenido fue trasladado a su vivienda ,custodiado por agentes policiales, para participar en un registro. También se le hará un examen forense. Algunas fuentes apuntan a que llevaba meses sin tomar medicación, y eso podría haber tenido algo que ver en este trágico suceso.