El portero del Zaragoza, absuelto de haber agredido sexualmente a una mujer en O Carballiño

Marta Vázquez Fernández
M. Vázquez OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

MIGUEL VILLAR

La jueza ve dudoso el testimonio de la víctima y no ve pruebas suficientes para condenar al futbolista

15 feb 2021 . Actualizado a las 18:02 h.

 La magistrada del juzgado de lo penal 1 de Ourense ha absuelto al portero del Zaragoza del delito de agresión sexual por el que fue juzgado hace ahora cuatro meses por considerar que «no ha quedado acreditada, más allá de toda duda razonable» la acusación vertida contra él por una mujer que aseguró que había intentado forzarla tras encontrarse ambos en un bar de O Carballiño en la noche de San Juan del 2018. En la sentencia, la magistrada aprecia contradicciones en el testimonio de la víctima en relación con los hechos y asegura que «dictar una sentencia condenatoria con las pruebas de que se dispone, supondría la infracción del principio de presunción de inocencia y del principio in dubio pro reo».

Pese a que la Fiscalía de Ourense y la acusación particular, ejercida por la denunciante, consideraban que había pruebas suficientes para condenar Álvaro López Ratón, de 27 años y natural de O Carballiño, para el que pedían penas de hasta cuatro años de prisión, la togada echa en falta más concreción en el testimonio de la mujer, ya que ve contradicciones entre lo que declaró cuando acudió a la Guardia Civil, más tarde en el juzgado y ya en el día del juicio. Se refiere la jueza, entre otros detalles, al lugar hacia el que habría sido empujada por el guardameta durante el forcejeo, ya que habló en unas ocasiones de un banco y en otras de una escalera. «No ha mantenido una versión única sobre el lugar, según sus manifestaciones, al que fue lanzada por Álvaro, lo cual es relevante en cuanto a las lesiones que en su caso se hubieran podido producir toda vez que, debido a la forma física de la escalera, el banco y la pared, las lesiones al resultar golpeada contra cada uno de ellos serían distintas» dice la togada, que tampoco ve «acreditado» el origen de las lesiones que presentaba la víctima en brazos y piernas. Así, pese a quedar probado que la mujer tenía «huellas de dedos» en los brazos, no se pudo precisar la fecha en la que se produjeron esas lesiones.

«En las manifestaciones no concurre el parámetro temporal exigido por la doctrina jurisprudencial, entendido como persistencia en la incriminación, lo que supone ausencia de modificaciones esenciales en las sucesivas declaraciones prestadas por la víctima» dice la sentencia, que también se fija en que la denunciante dijo primero que la noche de autos solo vio al acusado una vez, asegurando más tarde que fueron dos.

La ausencia de testigos que pudieran haber corroborado la versión de la denunciante también ha tenido que ver en el desenlace del caso, sobre el que aún podría tener que pronunciarse la Audiencia provincial en caso de que hubiera recurso por parte de las acusaciones, ya que no es una sentencia firme. «No hay ningún testigo que viera como Álvaro la agarraba a por uno o ambos brazos; que viera como la intentaba besar o la besó contra su voluntad; que viera que Álvaro se bajó los pantalones; que viera que Álvaro le metió la mano en su ropa interior; o que viera que Álvaro la empujó contra un banco, escalera o pared», dice la magistrada, que advierte que la zona del presunto incidente, el barrio de Flores, tiene varios locales, uno de los cuales se encuentra muy cerca del lugar de los hechos. «Ello supondría la existencia de dos locales próximos, en los que la gente entra y sale continuamente y en especial en noches como la que ocurrieron los hechos, la noche de San Juan», asegura.

A mayores, duda también la jueza de la palabra de la denunciante en relación a que no conocía al acusado antes de los hechos. En el juicio el abogado de Ratón aportó una nota de prensa que recogía que la denunciante vivía «al lado» de los padres del denunciado, a la que da mucha importancia la togada. Tanta que no ve «lógico» que, ante esa cercanía de viviendas ella no supiera quién era él.